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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

INNOVACIÓN Y FINANZAS

Inclusión financiera digital

Inclusión financiera digital
La inclusión financiera es el beneficio que tienen las personas y empresas para acceder a productos y servicios financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades. Por ejemplo, cuentas de ahorro, créditos, seguros, transferencias y pagos.

Los beneficios son, además del acceso a servicios financieros, expandir su consumo, gestionar sus riesgos, invertir en bienes, salud, educación y apoyo para emprender.

Con el avance de la tecnología, se considera que la palanca más poderosa para impulsar la inclusión financiera es la expansión de las finanzas digitales. Para el Banco Mundial (BM), “la inclusión financiera digital promueve la interconexión eficiente entre los participantes en las actividades económicas. Aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías para reducir costos, ampliar la escala y profundizar el alcance de los servicios financieros será fundamental para lograr la inclusión financiera local”.

Según G20, hay 2.000 millones de adultos que están excluidos del sistema financiero formal en el mundo. Pese a que la penetración del internet ha avanzado al 40 por ciento de la población y hay 50 por ciento de penetración de teléfonos móviles.

Se estima que en una década la inclusión financiera, según McKinsey, alcanzará a 1.600 millones de personas, con el beneficio de aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) en un 6 por ciento y crear 100 millones de empleos al final del período.

A nivel regional, la profundidad del sistema financiero se ha incrementado, beneficiando a millones de personas y empresas gracias a la expansión de la cobertura geográfica y demográfica, con el incremento en el número de sucursales y cajeros automáticos, además de una mayor emisión de tarjetas de crédito y débito.

Estos avances se ven contrastados con desafíos que todavía existen, como el elevado grado de informalidad, donde es necesario profundizar la educación financiera.

Bolivia ha tenido también grandes avances. En el último quinquenio ha duplicado la cantidad de cajeros automáticos, se triplicó la cantidad de oficinas bancarias y se triplicó el número de tarjetas de crédito y débito. Según reciente estudio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

Bolivia es el país que ocupa el segundo lugar en inclusión financiera de género, ya que la oferta de productos diseñados por la banca está más acorde con la personalidad, actitudes y comportamientos de las mujeres bolivianas.

La banca boliviana ha señalado que la innovación financiera y digitalización serán los pilares para una mayor inclusión financiera digital. En ese sentido, es pertinente tomar en cuenta las recomendaciones que hace el Banco Mundial para lograr la inclusión financiera digital: “Promover el uso de tecnologías digitales, balancear la innovación y el riesgo; proporcionar un marco regulatorio legal adecuado; expandir el ecosistema e infraestructura de los servicios digitales; establecer y realizar prácticas de finanzas digitales responsables que protejan a los consumidores; fortalecer las medidas de alfabetización y concientización sobre tecnologías y finanzas; facilitar la identificación de los clientes; y hacer un seguimiento del progreso de la inclusión financiera”.

Considero que la combinación de una regulación ágil y adecuada -extendiendo las redes móviles, resolviendo el problema de la informalidad y la identificación; fortaleciendo la estructura de pago, con el uso de la banca digital y una estrategia en educación financiera- serán la clave para ayudar a los sin-banco de nuestro país. No solo para darles acceso sino mejorar su calidad de vida.