En los últimos días se desarrollan los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, un evento muy exitoso por la participación de la gente que se volcó a los diferentes escenarios donde se llevaron a cabo las competiciones y por la hermosa infraestructura deportiva que nos deja de legado estos juegos.

Los juegos no serían nada sin los deportistas, en muchos casos, anónimos porque nunca escuchamos hablar de ellos con anterioridad. ¡Qué orgullo representar al país en eventos de esta índole! ¡Qué orgullo recibir una medalla en nombre de Bolivia!

La emoción es para todo el país que disfruta de cada una de las medallas conquistadas, pero detrás de cada insignia y de cada deportista que nos representó hay un héroe que con mucho sacrificio (en muchos casos personal) consiguió estos lauros, ya que el apoyo al deporte en nuestro país para competencias internacionales no es el adecuado. Gracias a todos nuestros héroes que nos regalaron una medalla.

A partir de estos héroes hemos conocido historias de vida en las que se nota el tesón que cada uno de ellos pone todos los días para conseguir sus metas y las ejemplificaremos en Karen Tórrez y Freddy Gonzales.

Karen entrenó fuera del país para mejorar su marca y llegar a niveles competitivos, dejó a su familia y sabe Dios qué problemas tiene que superar en el día a día para regalarnos esas tres medallas de plata.

Freddy sacó tiempo al tiempo desde su cuna humilde en Anzaldo, donde empezó a manejar su primera bicicleta y con esfuerzo propio llegó donde llegó y hoy se abre para él un futuro promisorio.

En ellos dos nuestro reconocimiento a todos nuestros deportistas que nos representaron en los Juegos Suramericanos.

La realidad nos indica que no son los únicos héroes que tenemos en el país, otro sector que no es reconocido y también se encuentra abandonado a su suerte es el de la investigación científica.

Lamentablemente, al igual que los deportistas, nuestros investigadores se encuentran abandonados, sin recursos que permitan realizar las correspondientes investigaciones, sin equipamiento para llevar a cabo estudios de primer nivel, dejando de lado un sector estratégico que podría permitir el desarrollo del país y pensar en mejores días para nuestra Bolivia.

Los investigadores quisiéramos tener un equivalente a Odesur para acceder a centros de investigación bien equipados. Queremos que se haga realidad la Ciudadela del Conocimiento en Cochabamba, pero con un enfoque que permita realizar investigación de punta; potenciando lo que se tiene en la actualidad en los pocos espacios de indagación y en las universidades; y creando nuevos centros en las áreas estratégicas para el desarrollo de Bolivia.

Esperemos que estos Juegos Suramericanos en Cochabamba puedan ser la inspiración para que en el país se piense en un desarrollo integral tanto en el deporte, como en educación, salud e investigación científica, lo que permitirá que Bolivia tenga un futuro más promisorio.

Y, aunque en muchos casos no tengan el reconocimiento que se merecen, ¡Qué vivan todos nuestros héroes por el trabajo que realizan!