Tras cinco días de búsqueda de los restos del turista argentino que cayó de una barca al lago Titicaca, la Policía explicó ayer que el cuerpo de la víctima estaría sumergido a 150 metros de profundidad, y que el rescate es imposible porque los buzos de la Armada Boliviana no tienen los equipos para descender hasta ese punto. Por ello, se decidió aguardar a que los restos del turista salgan a flote para detectarlo y entregarlo a sus familiares.

El subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, Fernando Rojas, informó que el turista Luis Mariano Antezana se desequilibró y cayó al lago el sábado 2 de junio. “Sumergido a por lo menos 150 metros de profundidad, el rescate sería imposible por el momento”. Sin embargo, debido al tiempo transcurrido desde su desaparición se estima que los restos ya habrían empezado a descomponerse. “Según la teoría de la tanatología forense, una vez que un cuerpo entra en la fase de putrefacción empieza a desprender gas metano, lo que causará que el cadáver se hinche y salga a flote”. Normalmente, esto ocurre en cuatro días, pero cuando se trata de una zona fría, demora más. El turista viajaba con otros extranjeros hacia la Isla del Sol, cuando sufrió el accidente en la barcaza.