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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 15:36

LÁPIZ Y ALMA

Vives como piensas

Vives como piensas
Escribo esta columna que me permite llegar a las personas, con el objetivo de tratar de cambiar su manera de pensar y de vivir. Muchas veces me topo con personas positivas, felices y contentas aunque por dentro no lo estén. Con esas conductas me identifico.

Conviene subrayar que los libros, los consejos, la vida, etc., nos enseñan que si andamos enojados, si tratamos mal a los demás, si nos preocupamos demasiado ¿podrá cambiar en algo la situación? Por supuesto que “no”. Es en ese entendido que amerita interpretar estas conductas en el mundo que nos rodea, y que hasta algunas décadas muchos filósofos y científicos se preguntaron sobre el origen del pensamiento, la interacción social y la emoción, ya que en la actualidad existe una herramienta para entender estos enigmas y se llama “neurociencias”. Para muchos estudiosos, las “neurociencias” estudian la organización y el funcionamiento del sistema nervioso y cómo los diferentes elementos del cerebro interactúan y dan origen a la conducta de los seres humanos.

Ahora, volviendo al inicio de este artículo y sabiendo que existen personas positivas y otras negativas (personas disímiles, no buenas, ni malas), en lo que respecta a la segunda clasificación, cuentan con miopía del futuro y solo piensan en lo inmediato y se les hace imposible pensar a largo o mediano plazo. ¿Será entonces que las personas positivas cuentan con conocimientos previos para transformar y mejorar enormemente su bienestar personal y de la sociedad?

Queda claro, entonces, que esas personas a las que les das los buenos días les preguntas ¿cómo estás?, y te responden muy bien o excelente, aparentemente te estarían mintiendo, porque en realidad no se encuentran del todo bien, pero seguramente aplican la técnica de Robin S. Sharma, que trata del pensamiento opuesto, cuando un pensamiento negativo, no deseado, debe ser sustituido de inmediato por otro positivo y anhelado.

Ghandi lanzó un mensaje al respecto que reza así: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Y hace varias preguntas, entre ellas ¿crees que de algo sirve quejarte de cómo van las cosas en tu empresa si no te atreves o decides ser parte de ese cambio?, ¿en serio piensas que dejando pasar el tiempo y encogiéndote de hombros, el universo se pondrá a tu favor y conseguirás tus propósitos?, ¿eres tan listo que piensas que tus trabajadores te van a proporcionar los mejores resultados si no cambias tu forma de gestionar la empresa y de comunicarte con ellos? y ¿estás seguro de que son todos los demás los que tienen la culpa? No, amigo, no ¡la culpa es tuya! Sí, que fuerte suena ¿verdad? Tú tienes que ser el cambio que quieres ver en el mundo, tú eres el que debes mejorar para que las cosas mejoren. Si quieres ver sonrisas, sonríe por favor.

Por todo lo referido por Ghandi y aplicando el método de Sharma, que ya conocemos, considero cardinal que la vida es una, debemos pensar en positivo para disfrutarla plenamente.

Para cerrar este artículo, estimado lector te pido que seas el cambio que quieres ver en el mundo y cuando estés desolado escuches buena música al ritmo de Ricardo Arjona que dice: “Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a los años...”, ya que la calidad de lo que piensas, determina la calidad de tu vida... (Sharma).