Un día como hoy, hace 81 años, nació Toribio Ticona Porco, el obispo que el próximo 29 de junio recibirá el purpurado y asumirá como Cardenal de Bolivia junto a otros 13 obispos, en un acto que se realizará en el Vaticano.

El obispo, que en el pasado fue vendedor de periódicos, lustrabotas, mecánico, minero e incluso alcalde de Chacarilla, la tercera sección municipal de la provincia Gualberto Villarroel, del departamento de La Paz, nació en la provincia Cornelio Saavedra de Potosí, el 23 de mayo de 1937.

Tres días antes de cumplir 81 años, tal vez como un regalo anticipado, el papa Francisco anunció la creación de 14 cardenales, uno de ello de Bolivia, y designó al prelado emérito de la localidad de Coro Coro como Cardenal.

Esta es la segunda vez que un obispo nacido en Bolivia asumirá el máximo cargo eclesiástico y es la tercera vez que el país contará con un Cardenal. El primero fue el alemán Clemente Maurer (1900-1990), mientras que el segundo, el boliviano Julio Terrazas Sandóval (1936-2015).

Bolivia tendrá un nuevo Cardenal después de dos años y cinco meses, tiempo que transcurrió desde el fallecimiento de Terrazas Sandóval.

Tras conocer su designación, Ticona Porco agradeció a Dios y al Papa por tan importante nombramiento y aseguró que nunca imaginó que algún día llegaría a ser Cardenal.

“Primer cardenal indígena y obrero de la historia”, así lo llamó el presidente Evo Morales, el lunes, al destacar el nombramiento del obispo emérito de Coro Coro.

El nuevo Cardenal es una persona sencilla, así también señalaron muchos de los católicos que conocen a Ticona Porco, quien el 29 de enero de 1967 se ordenó como sacerdote y se consagró como obispo el 31 de mayo de 1986.

En su juventud también ejerció otras profesiones. Se desempeñó como ayudante de albañil, trabajó en la cervecería de Potosí, en mecánica automotriz y en la minas del Cerro Rico, además de dirigente en el norte de Potosí en la mina Siglo XX, según la agencia Erbol.

Con la asunción del Cardenal se espera que las relaciones entre el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y la Iglesia católica sean mejores que en el pasado.

Lamentablemente, en reiteradas oportunidades se registraron ciertas fricciones entre el Ejecutivo y representantes de la Iglesia.

A través de comunicados y algunas declaraciones, los obispos del país han cuestionado diversos temas que han incomodado al Ejecutivo, que no ha dudado en responder y criticar el rol de la Iglesia.

Por ejemplo, el 15 de octubre del año pasado, y tras que el representante de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), Ricardo Centellas, indicó que “no podemos permitir que los populismos poco a poco se vayan convirtiendo en dictadura en nuestra sociedad", el Jefe de Estado respondió: “No faltan algunos curas que son enemigos nuestros. Un cura dice del populismo a la dictadura. La Iglesia católica institucionalmente de qué democracia nos puede hablar (...), algunos curas todavía piensan que están en tiempos de inquisición, no aguantan que los indios seamos presidentes del Gobierno y cuestionan, lamento mucho eso".

El 17 de diciembre de 2017, el obispo Centellas lamentó la lejanía que existe entre la Iglesia y el Gobierno, a pesar de que aseguró que la Conferencia Episcopal de Bolivia buscó canales de diálogo con el Ejecutivo.

Con todo, el distanciamiento de la Iglesia católica con el Gobierno no es de ahora, sino de hace mucho tiempo. Sin embargo, con la asunción de Ticona Porco, quien llamó “amigo” a Evo y contó que en muchas ocasiones lo ayudó cuando era dirigente cocalero, se espera dejar atrás ese alejamiento.

Algunos dicen que no será tan fácil, porque la Iglesia seguirá cuestionando algunas acciones del Gobierno.