El fiscal Mario Mercado Justiniano, miembro institucionalizado del Ministerio Público, será sometido a dos procesos, uno disciplinario y otro penal, tras ser sindicado de cometer faltas graves en su desempeño laboral, además del delito de discriminación y racismo.

La abogada cochabambina María Luisa Lizarazu, que vive en Santa Cruz desde hace 30 años, fue hasta la oficina del fiscal del municipio de Cabezas, Mario Mercado, y al no encontrarlo, lo llamó para preguntarle cuándo se realizaría la audiencia cautelar de un conductor que causó un accidente en el que había fallecido una persona.

Luego de identificarse y hacerle la consulta, el fiscal Mercado le pidió a la abogada que le pase el teléfono a su auxiliar. La defensora había activado una aplicación para grabar la conversación entre el fiscal y su auxiliar.

El representante del Ministerio Público profirió insultos contra la abogada haciendo alusión a su lugar de nacimiento, mientras le instruía a la funcionaria que no le cuente nada.

El fiscal departamental de Santa Cruz, Freddy Larrea, dijo que conoció lo ocurrido a través de las redes sociales y ordenó un proceso disciplinario contra Mario Mercado, pero, además, de oficio instruyó la apertura de una investigación penal por discriminación y racismo. Larrea pidió que la abogada víctima, María Luisa Lizarazu, adjunte su denuncia y el audio original a la acción penal ya activada por la Fiscalía. En Bolivia, dos fiscales, uno en La Paz y otro en Santa Cruz, fueron procesados penalmente, y de oficio, por el Ministerio Público, luego de ser sindicados por diferentes delitos. Sin embargo, en Cochabamba, pese a que el fiscal departamental Óscar Vera admitió que es su voz la que se oye en un audio instruyendo a tres fiscales incumplir sus deberes en el caso del puente caído y garantizándoles impunidad, el tratamiento ha sido distinto. Una fiscal rechazó la denuncia penal. Los denunciantes ya objetaron.