FORO
La clase obrera de pie
21 de mayo de 2018 (19:34 h.)
Permanentemente, la clase obrera plantea en este país el respeto a la Constitución Política del Estado (CPE) y al pleno goce de los derechos humanos, lo cual implica una responsabilidad social del Estado, y de esa manera hacer segura las condiciones que garanticen el “Vivir bien”: empleo seguro, salarios justos, salud vital y seguridad social, entre otros”.
Esta condición del Vivir bien ha sido uno de los ejes permanentes de la lucha obrera. Sin embargo, a 132 años del heroico movimiento obrero mundial, vemos que la pobreza y la informalidad laboral se profundizan más y las condiciones de vida de la clase trabajadora son cada vez más precarias. Esto, ante las políticas gubernamentales que, siguiendo los dictámenes del neoliberalismo, están desmantelando todas las conquistas logradas a través de la histórica lucha sindical.
Del discurso apócrifo al crecimiento económico nacional, lo real es que, quienes creamos la riqueza y la plusvalía de este país somos los trabajadores, que a cambio seguimos sumidos en la inseguridad laboral, y con bajos salarios, mientras que el Gobierno y las corporaciones empresariales siguen amasando cuantiosas ganancias como producto del proceso de sobreexplotación laboral que impera en este país. El Gobierno junto con los empresarios neoliberales pretenden dar un paso más en la destrucción de derechos laborales y sociales (Ley General de Trabajo), y la hecatombe al derecho a pensiones y jubilaciones dignas.
Es lamentable que hoy más que nunca el sindicalismo en Bolivia está plagado de dirigentes oportunistas amarillos, prebendalistas, quienes fungen falsamente ser marxistas, leninistas, revolucionarios y hasta creyentes practicantes de la verdad.
Ante esto, existe la absoluta necesidad de recuperar la independencia sindical y la conciencia de clase.
El mejor tributo que debemos ofrendar la clase obrera a los gestores de las luchas más trascendentales por la reivindicación de los derechos de los trabajadores es refrescarnos la memoria histórica, la conciencia de clase y recuperar su valor de soberanía sindical, sobre los hechos y su significado; es seguir el ejemplo de lucha de los mártires de Chicago y de todos nuestros compañeros que cayeron defendiendo los intereses de la clase trabajadora.
Esta condición del Vivir bien ha sido uno de los ejes permanentes de la lucha obrera. Sin embargo, a 132 años del heroico movimiento obrero mundial, vemos que la pobreza y la informalidad laboral se profundizan más y las condiciones de vida de la clase trabajadora son cada vez más precarias. Esto, ante las políticas gubernamentales que, siguiendo los dictámenes del neoliberalismo, están desmantelando todas las conquistas logradas a través de la histórica lucha sindical.
Del discurso apócrifo al crecimiento económico nacional, lo real es que, quienes creamos la riqueza y la plusvalía de este país somos los trabajadores, que a cambio seguimos sumidos en la inseguridad laboral, y con bajos salarios, mientras que el Gobierno y las corporaciones empresariales siguen amasando cuantiosas ganancias como producto del proceso de sobreexplotación laboral que impera en este país. El Gobierno junto con los empresarios neoliberales pretenden dar un paso más en la destrucción de derechos laborales y sociales (Ley General de Trabajo), y la hecatombe al derecho a pensiones y jubilaciones dignas.
Es lamentable que hoy más que nunca el sindicalismo en Bolivia está plagado de dirigentes oportunistas amarillos, prebendalistas, quienes fungen falsamente ser marxistas, leninistas, revolucionarios y hasta creyentes practicantes de la verdad.
Ante esto, existe la absoluta necesidad de recuperar la independencia sindical y la conciencia de clase.
El mejor tributo que debemos ofrendar la clase obrera a los gestores de las luchas más trascendentales por la reivindicación de los derechos de los trabajadores es refrescarnos la memoria histórica, la conciencia de clase y recuperar su valor de soberanía sindical, sobre los hechos y su significado; es seguir el ejemplo de lucha de los mártires de Chicago y de todos nuestros compañeros que cayeron defendiendo los intereses de la clase trabajadora.