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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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SENTIDO COMÚN

Bickembach: otra ilegalidad de la gestión municipal

Bickembach: otra ilegalidad de la gestión municipal
Han pasado siete años desde que el Concejo Municipal de Cochabamba aprobó la Ordenanza que declara a la Casa Quinta Bickembach Patrimonio Cultural Edificado y cuatro desde la aprobación de la Ley de Expropiación. Estos instrumentos legales significan, por un lado, que el Patrimonio debe ser conservado y cuidado y, por otro, que debe pasar a propiedad de la ciudadanía, según establece la Constitución. Sin embargo, hasta la fecha las autoridades municipales incumplieron estas obligaciones.

La Casa Bickembach tiene una belleza arquitectónica incomparable. Pero ¿cuál es el otro valor de esta Casa Quinta, que mueve a grandes intereses inmobiliarios? Primero, está ubicada en la calle Wallparrimachi, a media cuadra de la plaza de Cala Cala, tiene dos frentes, uno a la calle Wallparrimachi y otro al área verde ubicada al norte. El predio tiene 4.591 metros cuadrados que contiene la Casa y los jardines, espacios libres apetecidos para construcción de edificios.

Como pueden deducir, en la actualidad las inmobiliarias ambicionan terrenos para construir edificios en altura en la ciudad, con el objetivo de sacar el máximo de ganancia por metro cuadrado. Esta es la causa de la persistencia por apoderarse de este terreno, pues se intenta construir bloques de departamentos, existiendo preventa de algunos.

A pesar de las normas aprobadas, a pesar de la formación de un comité de defensa de la Casa, constituido por vecinos y vecinas y el colegio de arquitectos, la insistencia de apropiarse de este bien inmueble deviene de hace muchos años. Se ha utilizado todos los medios para ello. El interesado en el predio pagó los impuestos devengados de cerca de 600.000 bolivianos, en base a un documento de compra, realizado con el apoderado, quien no tenía la potestad de vender, solo de pagar impuestos y cuidarla, poder otorgado hace muchos años por los herederos. Luego intentó hacer aprobar los planos de varios edificios, cuando ya se la declaró patrimonio. Según normas internacionales, este tipo de declaratoria significa que el bien es indivisible y que se incluyen los jardines.

Este señor no cesó en su empeño de apropiación y movió todos los hilos legales e ilegales para que en el Juzgado acepten el remate de la Casa, bajo el motivo de rescatar su inversión. En una oportunidad, el año 2015, se frenó el remate gracias a nuestra intervención y a la sensibilidad del juez. Sin embargo, en la segunda oportunidad consiguió que el Tribunal de Alzada ordene a otra jueza que proceda con el remate, consiguiendo de ésta forma apropiarse del bien. Lo preocupante es que el Gobierno Municipal, tenía las pruebas que demostraban que el remate se realizó con documentos fraguados, ya que ese poder no tenía la potestad de vender y fue anulado con anterioridad, pero sintomáticamente las autoridades cometieron una vez más irregularidades.

Nos preguntamos, ¿pesa más en nuestras autoridades el dinero, la especulación, la coima? Es increíble cómo este caso se suma a otros actos dolosos que manchan la actual gestión edil.

En la actualidad, contamos, además, con la Ley Departamental de Patrimonio que significa la protección de la Bickembach y la Asamblea Plurinacional realiza también acciones de investigación y de protección de la Casa Bickembach, lo que es una grata noticia, frente a los actos irregulares.

Como cochabambinos y cochabambinas debemos preguntarnos: ¿Hasta cuándo vamos a mirar tranquilos estas anormalidades y no explotar de indignación?