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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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A propósito de la Noche de Museos

A propósito de la Noche de Museos
Desde hace 12 años, en las principales ciudades del país museos y galerías de arte y exposición abren sus puertas desde la media tarde hasta la medianoche del 18 de mayo, en la llamada “la larga noche de los museos”. Esta actividad se realiza en el marco del Día Internacional del Museo, algunas veces según la programación de cada ciudad, días antes o después. Sin embargo, más allá del entretenimiento que conlleva esta actividad, nos parece interesante la reflexión que subyace a esta, que gira en torno a la reivindicación de la noche y la relación entre el espacio y ciudadanía.

La apropiación de los espacios públicos -las calles-; la construcción social de tiempos alternativos no funcionales y el apasionante escenario histórico, como es la ciudad y sus museos, nos permiten hacer fisuras necesarias, en nuestros estereotipos sobre adentro-fuera, día-noche, público-privado.

Dentro de la sociología urbana se han realizado diversos aportes relacionados con las distintas construcciones sociales del tiempo y del espacio, con las construcciones de temporalidad y espacialidad, con la producción de sentidos y significaciones complejas que le otorgamos al espacio que ocupamos y nos apropiamos, y al tiempo en que lo hacemos.

El sociólogo británico Anthony Giddens planteaba que precisamente la relación entre la noche y la ciudad, configuran distintas construcciones de territorialidad y ciudadanía, que en el día se repliegan y pasan a ser parte de regionalizaciones internas paralelas, porque expresan distintas fronteras físicas, temporales como simbólicas.

Así, un mismo espacio es a su vez múltiples espacios, según las territorialidades que expresa. La noche otorga diferentes contextos a los espacios, distintas dinámicas e interacciones sociales, que construyen otras capas de ocupación sobre un mismo y único lugar, despliegues de ciudadanía nocturna que entre el estigma y la transgresión, encuentran su propia contextualización.

Y esto se da a través de procesos históricos, en todas las ciudades y en todos los momentos; por eso, el espacio urbano expresa espesor histórico, densidad histórica. Detrás del uso del tiempo y del espacio, subyacen relaciones sociales, estructuraciones de poder y de dominación, pero también de identidad y de pertenencia (..).