El uso de los dispositivos tecnológicos, como cualquier otra actividad, debe ser moderado, de lo contrario, las mamás pueden afrontar al menos tres consecuencias.

Una de las más comunes es la adopción de una conducta irritable.

De acuerdo con la psicóloga Catherine Steiner-Adair, citada por El Comercio, esto se debe a que, cuando la madre está enviando un mensaje o ejecutando otra acción con el celular, “la parte del cerebro que está activa es la de ‘hacer’, en la cual se genera un sentido de urgencia por completar la tarea”. Por esa razón es que, al ser interrumpida, ella puede gritar o tratar mal a sus hijos.

Otra de las consecuencias del empleo excesivo de los dispositivos móviles son los hijos con conductas inapropiadas.

Los expertos explican que los niños cuyas madres están sumidas en el mundo de la tecnología hacen travesuras e, inclusive, tienden a lastimarse, con el objetivo de llamar su atención.

Por último, las mamás que prestan atención a sus hijos al mismo tiempo que a sus celulares tienden a perder el contacto visual con ellos.

1 ContradicciÓN

Las madres que desarrollan una adicción al celular son, generalmente, aquellas que impiden que sus hijos pasen más tiempo del debido usando dispositivos móviles.

No obstante, los niños que ven a sus mamás usando desmedidamente el teléfono, tienden a imitarlas.