Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 00:15

Organizadores y entusiastas están listos para la inauguración de Cannes

Organizadores y entusiastas están listos para la inauguración de Cannes



Cannes inaugura hoy su septigésima primera edición con decenas de entusiastas que hacen guardia desde ayer en espera de las estrellas del cine.

Frente al Palacio de Festivales, sede del certamen durante los próximos doce días, la habitual legión de fieles que antes de cada pase reclama en primera fila un autógrafo o un saludo defiende su lugar con escaleras y sillas encadenadas, consciente de que la espera es larga.

Gente como Nicolas Delbove, fotógrafo aficionado que hace 16 años se hizo fuerte en esa acera, lugar privilegiado desde el que ver a los actores bajarse del coche oficial, "Cannes es una fiesta. Nos encontramos y conocemos todos", explica a Efe este cinéfilo, que dice no sufrir por las horas bajo el sol o la lluvia acumulados jornada tras jornada.

La Croisette, paseo marítimo de una ciudad que estas dos semanas muda de piel para vestirse de gala, encuentra en entusiastas como él uno de sus elementos más característicos, junto a las hordas de periodistas, productores y distribuidores que completan el negocio.

A la vista de todos, el beso entre Jean-Paul Belmondo y Anna Karina, cartel que corona el Palacio con sus once metros de alto y 25 de largo y decora también comercios y paneles, haciendo omnipresente la sombra de Jean-Luc Godard, director de "Pierrot le fou", la película de la que se ha extraído la imagen.

Godard, mito del séptimo arte y enfant terrible de la "Nouvelle Vague", que en mayo de 1968 fomentó junto a François Truffaut la anulación del certamen de ese año en solidaridad con las revueltas de París, compite con "Le livre d´images" pero, al igual que en 2014, no está garantizada su presencia.

Medio siglo después de esa histórica protesta estudiantil, los organizadores tienen en esta ocasión la vista puesta en la seguridad, ante un nivel de amenaza que no ha bajado desde los atentados yihadistas que desde noviembre de 2015 han asolado el país.

"El riesgo cero no existe, pero se ha puesto todo en marcha para que no pase nada", explicó a Efe el jefe de la Policía Municipal, Yves Daros.

Cerca de 700 agentes, 580 cámaras de videovigilancia y 400 maceteros gigantes para evitar la intrusión de vehículos en zonas peatonales sensibles integran un dispositivo al que se suman 80 civiles voluntarios, encargados de reportar a las fuerzas del orden cualquier anomalía.