"Es un incremento muy importante que va a poner en riesgo muchos empleos indudablemente va a significar dolores de cabeza en lo financiero para muchas empresas (...), ha sido como un balde de agua fría", explicó a los periodistas.

En la víspera, el presidente Evo Morales y los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) acordaron un aumento de 5,5 por ciento al haber básico y 3 por ciento al mínimo nacional.

Según Barbery, el sector empresarial esperaba que el salario mínimo, que en la actualidad es de 2.000 bolivianos, quede congelado por la incidencia que tiene en los subsidios de maternidad y lactancia, que para la empresa privada debía ser cubierta por el Estado.

Considera que el incremento implicará asignar nuevos artículos a la canasta del subsidio y mayor descontrol por la venta que se hace de sus productos, luego de la recepción por parte de los beneficiarios,