Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

CIUDAD SUSTENTABLE

Una gestión municipal débil

Una gestión municipal débil
El mar de conflictos en la Municipalidad de Cochabamba no hace más que evidenciar el pésimo momento que vive la institución edil. El contexto actual muestra el extravío debido a la impostura de algunos funcionarios que actúan de mala fe y con intereses muy particulares en el manejo de las decisiones fundamentales. Un repaso por la acción de las secretarías de la administración municipal nos indica un accionar muy entroncado por la miopía de los actuales líderes. El Alcalde no es la figura que todos quisieran posicionar ante la sociedad, el pasado político muy inmediato de los secretarios y directores evita una capacidad de liderazgo porque no los dejan actuar en plenitud, según su competencia. Este mar de indecisiones da origen a la siguiente interrogante, ¿cuánto están aportando las autoridades ediles actuales al desarrollo del municipio de Cochabamba? Algunas respuestas indican que el desarrollo urbano es un resultado incompleto que no responde a las demandas evidentes y urgentes, la gestión ambiental reducida a una burocracia efímera de cumplimiento de procedimientos administrativos en la ejecución de obras muy parciales y nada estratégicas, el desarrollo humano afectado por la mala actuación de funcionarios muy cómodos y que esperan que los resultados lleguen por gravedad, el desarrollo económico sesgado ante la incomprensión del rol de la Municipalidad como instancia facilitadora y no ejecutora de acciones de los agentes económicos, el ámbito legal apagando incendios que se generan por errores propios, no por acción de los beneficiarios o circunstanciales opositores a la gestión actual. En fin, ese mar de situaciones es el que conflictúa la relación entre el gobierno municipal y población en su conjunto, pues al no existir claridad en las decisiones, se tiene un resultado débil y poco relevante para el desarrollo de la ciudad, agravado por la disconformidad de los pobladores corrientes que acuden a la institución en demanda de soluciones efectivas. El mejoramiento de la calidad de vida se ha estancado y parece ser que Cochabamba pasó a ser la cuarta ciudad en importancia en Bolivia, a pesar de los grandes intentos de las autoridades ediles de posicionar una imagen poco clara. No se han convencido que Cochabamba es una ciudad de servicios, pero no de servicios administrativos o tecnológicos, lo que demanda la ciudad es comercio de alimentos para satisfacer a los pocos que producen un bien con alto valor agregado; ¿Será esta la Llajta que deseamos los cochabambinos o será lo que nosotros estamos permitiendo por ser neutrales y poco agresivos en nuestras elecciones de autoridades de la ciudad?