OJO DE VIDRIO
Sobre Unasur
23 de abril de 2018 (20:29 h.)
Varios países, encabezados por Argentina, Brasil y Chile, pusieron en entredicho su permanencia en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y comprometen el futuro de esta organización. Pero veamos qué comprometen.
Sudamérica tiene su propia identidad complementaria a la de América Latina (AL) y del Caribe, hoy debilitada por los esfuerzos de los Estados Unidos por atraer a México hacia Norteamérica y desvincularlo de AL. No olvidemos que PEMEX ha resignado a favor de las transnacionales sus yacimientos de petróleo más importantes en el Golfo de México y que representantes del Congreso norteamericano sugirieron que se llamara Golfo de Estados Unidos. Lo dice Alfredo Jalife, un geopolitólogo mexicano muy consultado, cuyas intervenciones se pueden ver en Youtube.
Pero entonces ¿qué queda del sueño de América Latina si prescindimos de México? Jalife dice que América Central tiene el PIB tan solo de Chile. La respuesta es clara: queda Sudamérica con una identidad propia desde Panamá a las Malvinas. Por eso la geopolítica sudamericana se ha reforzado y hoy el subcontinente se presenta como entidad con África y Europa cuando antes jamás había sido considerada. ¿Y cómo se presentó? Como Unasur, en un esfuerzo de identidad sudamericana. Pero haría bien hacer un poco de historia, sobre todo a quienes ven en Unasur una criatura chavista, venezolana. Pero a Unasur, que no la creó Chávez, sino Fernando Henrique Cardoso, presidente entonces de Brasil, en un esfuerzo de identidad y conciencia sudamericana.
Hoy, varios países han congelado su participación en Unasur. ¿Por presión de quién? ¿Obedeciendo a quién? Unasur se declaró zona de paz, sin intervención militar ni propia ni ajena y cuestionó la existencia de bases militares norteamericanas, sobre todo en Colombia. Eso y la negociación económica conjunta eran parte de su constitución. Pero hoy reciben lo que un excanciller argentino llama "una puñalada artera". Es una gran entrevista a un excanciller argentino, que vale la pena leer en Página 12 del pasado domingo.
Más allá de la decisión política de varios gobiernos que dependen del Departamento de Estado, hay una decisión geopolítica que nos quita identidad sudamericana. Otra vez se quiere imponer el servilismo con Norteamérica y quitarle identidad, soberanía y autodeterminación a Sudamérica.
En San Benito ya está lista la sede del Parlamento Sudamericano y estos días se reunirán allí dirigentes de Unasur. ¿En qué quedará el futuro de esta institución? De un lado hay una decisión política dependiente; del otro, la certeza de que somos un subcontinente con identidad y decisión propias.
Sudamérica tiene su propia identidad complementaria a la de América Latina (AL) y del Caribe, hoy debilitada por los esfuerzos de los Estados Unidos por atraer a México hacia Norteamérica y desvincularlo de AL. No olvidemos que PEMEX ha resignado a favor de las transnacionales sus yacimientos de petróleo más importantes en el Golfo de México y que representantes del Congreso norteamericano sugirieron que se llamara Golfo de Estados Unidos. Lo dice Alfredo Jalife, un geopolitólogo mexicano muy consultado, cuyas intervenciones se pueden ver en Youtube.
Pero entonces ¿qué queda del sueño de América Latina si prescindimos de México? Jalife dice que América Central tiene el PIB tan solo de Chile. La respuesta es clara: queda Sudamérica con una identidad propia desde Panamá a las Malvinas. Por eso la geopolítica sudamericana se ha reforzado y hoy el subcontinente se presenta como entidad con África y Europa cuando antes jamás había sido considerada. ¿Y cómo se presentó? Como Unasur, en un esfuerzo de identidad sudamericana. Pero haría bien hacer un poco de historia, sobre todo a quienes ven en Unasur una criatura chavista, venezolana. Pero a Unasur, que no la creó Chávez, sino Fernando Henrique Cardoso, presidente entonces de Brasil, en un esfuerzo de identidad y conciencia sudamericana.
Hoy, varios países han congelado su participación en Unasur. ¿Por presión de quién? ¿Obedeciendo a quién? Unasur se declaró zona de paz, sin intervención militar ni propia ni ajena y cuestionó la existencia de bases militares norteamericanas, sobre todo en Colombia. Eso y la negociación económica conjunta eran parte de su constitución. Pero hoy reciben lo que un excanciller argentino llama "una puñalada artera". Es una gran entrevista a un excanciller argentino, que vale la pena leer en Página 12 del pasado domingo.
Más allá de la decisión política de varios gobiernos que dependen del Departamento de Estado, hay una decisión geopolítica que nos quita identidad sudamericana. Otra vez se quiere imponer el servilismo con Norteamérica y quitarle identidad, soberanía y autodeterminación a Sudamérica.
En San Benito ya está lista la sede del Parlamento Sudamericano y estos días se reunirán allí dirigentes de Unasur. ¿En qué quedará el futuro de esta institución? De un lado hay una decisión política dependiente; del otro, la certeza de que somos un subcontinente con identidad y decisión propias.