Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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ARTE E HISTORIA

El Museo Colonial de Charcas reabre su recorrido de siglos

Es uno de los espacios culturales más importantes no solo de Sucre, sino del país, y por qué no decir, de América Latina, afirmó la directora, Orieta Durandal.
El Museo Colonial de Charcas reabre su recorrido de siglos
El Museo Colonial de Charcas reabrió sus salas para ofrecer como pocos en América Latina un recorrido por el arte y la historia desde la época colonial hasta nuestros días, en Sucre, hoy capital de Bolivia, pero que en su época era sede de un territorio que abarcaba buena parte del Cono Sur.

"Es uno de los museos más importantes no solo de Sucre, sino del país, y por qué no decir, de América Latina", aseguró a EFE su directora, Orieta Durandal.

Sucre está plagada de museos, entre un sinfín de lugares que visitar en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.

Pero "la diversidad, la calidad y la tipología de la colección" hacen único al Colonial de Charcas, subrayó la directora.

Las obras expuestas, desde pinturas y esculturas a muebles y platería, suman unas cuatrocientas en su sede del Palacio Gran Poder, desde el siglo XVI a finales del XVIII más una sección de arte contemporáneo.

Desde los ecos de Francisco de Zurbarán, unas de las cumbres del Siglo de Oro español cuya escuela pictórica influyó en la América colonial, hasta las tablas llegadas de Amberes, entonces también bajo la corona española, el recorrido por sus salas retrae a aquella época.

Un paseo por el arte y la historia de esta parte de América para aprender el brocateado, el detalle minucioso en las ropas que distinguía a la escuela cusqueña en el siglo XVII, o empaparse de la pintura de Francisco Padilla, el barroco de Melchor Pérez de Holguín o anónimos como "San Miguel Arcángel" y "La Santísima Trinidad".

Hasta llegar a la pieza predilecta, "El Cerro Rico y la Villa Imperial", un cuadro del potosino Gaspar Miguel Berrio en 1758, que se expuso a comienzos de la presente década en Madrid y Berlín.

Sin dejar de detenerse en la platería que venía del Cerro Rico de Potosí, cerca de Sucre, y en la colección de muebles bargueños, piezas de escritorio lujosamente adornadas, con sus innumerables cajones.

"Es una colección magnífica", recalcó Durandal, pero más de otro millar de obras espera en su archivo a que un día se amplíe aún más el espacio de exposición al público en esta antigua casona.

La cooperación española contribuyó a la reapertura el pasado 6 de abril de sus salas, que durante algunos años estuvieron cerradas.

Apoyo

La Agencia de Cooperación Española lleva implicada desde 2012 en la restauración, con financiación directa.