El Museo convento de Arte Sacro de Santa Teresa reabrió sus puertas ayer, luego de un proceso de restauración que duró casi cinco años, en sus dos fases. Durante el acto de reapertura de esta obra, calificada como una joya arquitectónica, se contó con la presencia de autoridades eclesiásticas, representantes de la Embajada de Estados Unidos, autoridades departamentales e invitados especiales. 

El arzobispo emérito de Cochabamba, Tito Solari, fue el encargado de bendecir la obra y manifestó la alegría de la Iglesia católica. Bruce Williamson, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, dijo que su país aportó más de un millón de dólares del Fondo del Embajador para la Preservación Cultural, como una muestra de profundo respeto y compromiso con la conservación del patrimonio histórico, religioso y arquitectónico de Bolivia. Asimismo, manifestó su predisposición a seguir estrechando vínculos de cooperación.

El director del Convento, padre Linton Guzmán, agradeció el apoyo de los arquitectos Mario Moscoso, Simone Pietro y Ximena Santa Cruz, además del equipo de restauradores y obreros que trabajaron arduamente en este proyecto.

La velada estuvo matizada por la interpretación musical del grupo norteamericano Juilliart415.

Al finalizar el acto, los asistentes recorrieron el remozado edificio.