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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 20:43

AL MENOS 60 SON ATENDIDOS AL MES

El 50 por ciento de los niños que sufren quemaduras es menor a 5 años

En su mayoría, los casos reportados son de bebés que están gateando o aprendiendo a caminar que accidentalmente caen en agua caliente, en fogatas o q’oas.
El 50 por ciento de los niños que sufren quemaduras es menor a 5 años


Carlita (nombre ficticio), de un año, es una víctima más del fuego. Una tarde su madre salió a la tienda a comprar pan, sin imaginar que una vela encendida en la habitación ocasionaría la desgracia para su familia. Aparentemente, la menor, mientras gateaba, chocó contra la mesa y volteó la vela hacia un colchón de paja, ocasionando que el fuego se esparciera rápidamente. “Perdió la mitad de la cara y el brazo. Hay el compromiso de hacerle una prótesis”, contó con tristeza Óscar Romero, director del Pabellón de quemados Manuel Ascencio Villarroel.

El médico señaló que el 50 por ciento de los pacientes que llega al pabellón infantil tiene entre 0 y 5. Los accidentes son más frecuentes cuando el niño empieza a caminar o gatear, por ello, insta a los padres de familia a tomar conciencia y ser prudentes para evitar las quemaduras que dejan secuelas estéticas y psicológicas. “Una quemadura no es una enfermedad, es un accidente y puede evitarse. Es un descuido de los padres o quizá la consecuencia de la pobreza”.

La enfermera Magda Lazarte, dijo que la mayoría de los casos es producto de la imprudencia, puesto que las mamás ponen en mesas o en el piso las ollas o calderas con agua caliente. “Las wawas (niños) se caen ahí”.

Actualmente, atienden en tres salas de internación a 13 menores, entre ellos, una niña de 7 años que sufrió una descarga eléctrica. Aquel día la pequeña estaba al cuidado de su hermano de 19 años, quien limpiaba el vehículo en el lavadero donde trabaja. En un descuido, ella tomó un cable y sufrió quemaduras en la mano, en unos cuatro dedos. “Afortunadamente no los perderá, pero hay un proceso de recuperación y la mamá no tiene trabajo”.

La profesional comentó que atienden a menores de 0 a 15 años. La mayoría proviene de la región del Trópico y de zonas rurales de Cochabamba e incluso de otros departamentos.

Lazarte recuperó las historias de superación de algunas personas que en su niñez fueron víctimas del fuego, pero han superado las barreras y alcanzaron sus sueños.

Rubén hoy tiene 20 años, pero a los 11 accidentalmente se quemó casi el 80 por ciento del cuerpo. “Su mamá quiso asustarlo porque había levantado 20 bolivianos. En eso prendió el fósforo y hubo una explosión porque cerca había un bidón de gasolina. Él perdió algunos dedos y la madre también sufrió quemaduras”. En la actualidad, el joven se desempeña como técnico de celulares y no consideró una limitante su condición”.



ATENCIONES Romero informó que aproximadamente 60 pacientes son atendidos al mes en el Pabellón de Quemados. Unos son eventuales y otros se quedan internados hasta seis meses, de acuerdo a la complejidad del caso o por falta de recursos económicos. “Hacer cirugías tiene un alto costo”.

En el hospital hay 3 salas, en cada una al menos 4 menores que reciben atención. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que cada paciente debe estar en un ambiente aislado, con un espacio de aproximadamente dos metros alrededor. En Cochabamba y en el país no es posible, debido que las infraestructuras son reducidas. “No cumplimos las normas internacionales, pero contamos con un personal especializado, desde la gente de limpieza que conoce los cuidados que requiere un paciente con quemaduras”.



PREVENCIÓN En Cochabamba, el mes de abril es dedicado a la prevención por daños de quemaduras a niños, niñas y adolescentes luego de que el 7 de abril de 2016 se promulgara una ley departamental. Autoridades en coordinación con el hospital Manuel Ascencio Villarroel recorren los municipios para concientizar y reducir los casos de quemaduras.

El director del Pabellón de Quemados señaló que en caso de una quemadura se debe quitar la ropa del afectado, bañarlo con agua y cubrirlo con una sábana limpia, “nada más”. Recomendó a la población no hacer uso de aceites ni hierbas, ya que eso puede complicar el estado de salud.



MOSOJ PH’UNCHAY El doctor Romero impulsó la creación de la fundación que atiende a niños desde el 2007. Es un proyecto integral que contempla el albergue, un hospital y ambientes de postgrado. Se logró grandes avances con recursos de la Telemaratón y apoyo de la ciudadanía.

Actualmente, en la acogida viven 15 menores. “Tenemos niños de 6 a 15 años que son de Cochabamba, La Paz, Oruro y Sucre”, dijo la enfermera Lazarte.

La fundación nace con el objetivo de que los pacientes que viven en zonas alejadas no abandonen el tratamiento y tengan una rehabilitación efectiva.

Si usted desea colaborar con la fundación, puede contactarse al 4496869 o por Facebook: Fundación Mosoj Ph`unchay - Nuevo Amanecer y al correo [email protected]. También puede hacer depósitos a la cuenta bancaria No. 3041000221 del Banco Fortaleza a nombre de la intitución.

La fundación está ubicada en la carretera a Sacaba en inmediaciones del Servicio de Caminos, lado Casa Comunal Tunari.