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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Experto chileno Rodríguez Elizondo sostiene que su país perderá ante Bolivia

Experto chileno Rodríguez Elizondo sostiene que su país perderá ante Bolivia

El abogado chileno y experto en asuntos internacionales, José Rodríguez Elizondo, hizo conocer que Chile camina a una derrota en el juicio que Bolivia inició en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para obligarlo a negociar una salida soberana al océano Pacífico, como consecuencia de que la estrategia del vecino país fue únicamente jurídica.


"Chile no puede jamás ganar, en términos reales, porque asumió como jurídico lo que siempre ha sido un conflicto de poder", sostuvo el chileno en una entrevista al periódico La Tercera de Chile, en el que aseguró que dicho país perderá en cualquier escenario porque a la estrategia chilena le faltó enfrentar la arremetida de Bolivia.

En el encabezado de la entrevista que le hace, el diario La Tercera exrpesa lo siguiente: Pese al optimismo que han manifestado las autoridades chilenas ante a los alegatos orales en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la demanda marítima boliviana, el abogado y diplomático, José Rodríguez Elizondo, manifiesta ciertos grados de incertidumbre. Asegura que en cualquier escenario Chile perderá luego que termine todo el proceso en el tribunal y que faltó una estrategia integrar para enfrentar la arremetida del país vecino.

"Creo que si hay un error, es previo: haber respondido una estrategia integral de Bolivia con una estrategia solamente jurídica", dice al graficar que el gobierno chileno no valoró la estrategia que Bolivia puso en marcha en torno al tema marítimo desde que fue parte de la nueva Constitución Política del Estado.

Rodríguez Elizondo, uno de los internacionalistas más reconocidos de Chile, califcó de error el que Chile haya respondido la estrategia integral de Bolivia con una estrategia solamente jurídica. Más aún dijo, cuando el Estado boliviano modificó la Constitución Política del Estado (CPE) que deja sin efecto los tratados, en este caso el Tratado de Paz y Amistad suscrito el 20 de octubre de 1904.

"Al constitucionalizar la "obligación" se  dejó ese tratado sin efecto", argumentó el diplomático.

"Desde ese momento, debimos asumir que había optado por una vía agresiva, con el derecho como simple cobertura. Por cierto, debimos protestar contra esa actitud, claramente y de manera muy audible. No lo hicimos y es culpa política nuestra. Sólo enviamos a Morales un documento secreto, diciéndole, al parecer, que esa parte de la Constitución boliviana".

Estas son dos de las varias preguntas que La Tercera le hace. Y Rodríguez responde:

Si la Corte obliga a Chile a conversar, ¿sería una gran derrota?

Hay tres opciones. La primera, que la Corte diga que Chile está obligado a negociar con Bolivia de buena fe. Sería un triunfo para Morales, quien sacaría una bandera de 400 kilómetros para festejarlo. Significaría que se puede obligar a un país soberano a negociar un tema de soberanía y que debe hacerlo de buena fe, porque -tácitamente- antes ha hecho pillerías. Segunda posibilidad, la Corte se limita a decir que sería bueno, razonable y oportuno que Chile se siente a negociar con Bolivia, lo cual significaría otro éxito, pero de menor nivel, para Evo Morales. Diría al mundo que Chile ha sido renuente a negociar, soslayando que lo hemos hecho recurrentemente y que lo que Morales llama negociación es la imposición de su voluntad. Tercera posibilidad, la Corte dice que Bolivia no tiene ningún título jurídico para obligarnos y esta sería la victoria jurídica para Chile. Pero, aquí la dificultad es que este eventual fallo afectaría a la Corte misma, en cuando aceptó a tramitación una demanda sin razón de ser. Los jueces estarían criticándose a sí mismos y sería algo rarísimo. Además, incluso si se produjera ese fallo, el conflicto no terminaría pues, tal como ya lo anunció Morales, buscaría otros medios para mantener vivo el conflicto. Una posición que, al parecer, es ampliamente compartida por el pueblo boliviano, como fruto de su docencia y liderazgo activo.

O sea, Chile puede perder más o menos, pero jamás ganar.

Chile no puede jamás ganar, en términos reales, porque asumió como jurídico lo que siempre ha sido un conflicto de poder.