El Gobierno aseguró ayer que la intervención policial en la cárcel de Palmasola, en la que fallecieron siete reos, evitó una "fuga masiva" que planificaban algunos grupos de poder.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó ayer que el operativo con 2.300 policías se efectuó después de que Inteligencia advirtió "la preparación de una fuga masiva". Explicó que los reclusos "provocarían un motín, un enfrentamiento con la Policía", a través de "una suerte de trincheras con dispositivos explosivos". Detectaron al menos 700 cilindros de gas que supuestamente los privados de libertad lanzarían a los uniformados para luego escapar.



CÁRCELES Romero reveló también que el Comando Primero de la Capital (PCC) quiere controlar las cárceles en Bolivia, como lo hizo en otros países.

Describió que varios integrantes de esa organización criminal brasileña están capturados en recintos de Bolivia y, “por la experiencia que acumularon en Brasil operan y canalizan recursos económicos desde los recintos penitenciarios para sus integrantes dentro de los penales".



DETALLES La Agencia de Noticias Fides informó ayer que seis de los siete reos que fallecieron en el operativo cumplían detención preventiva, según un detalle de sus antecedentes penales. En Bolivia el 70 por ciento de las personas privadas de libertad es enviado a la cárcel sin sentencia, según Susana Saavedra, directora de Fundación Construir.