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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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OJO DE  VIDRIO

Entrevista a Faulkner

Entrevista a Faulkner
La entrevista que concedió William Faulkner a Paris Review (http://nalgasylibros.com/mitica-entrevista-a-william-faulkner-para-paris-review/), hace mucho tiempo, es inigualable: “No preocuparse por ser mejor que sus contemporáneos o sus predecesores. Tratar de ser mejor que uno mismo”. “El arte no tiene nada que ver con la paz y el contento”. “El artista es responsable solo ante su obra”. Son las frases de alguien que quisiera reencarnarse en un zopilote: “Nadie lo odia, ni lo envidia, ni lo quiere, ni lo necesita. Nadie se mete con él, nunca está en peligro y puede comer cualquier cosa”.

Es una concepción nada modosita del oficio: “Será completamente despiadado si es un buen artista. Tiene un sueño, y ese sueño lo angustia tanto que debe librarse de él. Hasta entonces no tiene paz. Lo echa todo por la borda: el honor, el orgullo, la decencia, la seguridad, la felicidad, todo, con tal de escribir el libro. Si un artista tiene que robarle a su madre, no vacilará en hacerlo”.

Faulkner, Premio Nobel de Literatura, escribió sobre una carretilla volcada mientras esperaba realimentar un caldero lleno de carbón encendido. “El arte tampoco tiene nada que ver con el ambiente; no le importa dónde está”. No solo eso, sino que soñaba volver a trabajar en un burdel. “El mejor empleo que jamás me ofrecieron fue el de administrador de un burdel… El lugar está tranquilo durante la mañana, que es la mejor parte del día para trabajar. Mi propia experiencia me ha enseñado que los instrumentos que necesito para mi oficio son papel, tabaco, comida y un poco de whisky”.

Sigamos: “El escritor no necesita libertad económica. Todo lo que necesita es un lápiz y un poco de papel”.

A un Premio Nobel como él, no le interesaba el éxito, porque es femenino e igual que una mujer: “Si uno se le humilla, le pasa por encima. De modo, pues, que la mejor manera de tratarla es mostrándole el puño. Entonces tal vez la que se humille será ella”.

Siempre percibí que el arte no es solo un 10 por ciento de inspiración y un 90 por ciento de transpiración, sino un 90 por ciento de percepción y un 10 por ciento de expresión. ¿De qué te sirve la técnica o dominar el lenguaje si no has percibido nada que contar? Faulkner lo dice en otras palabras: “Si el escritor está interesado en la técnica, más le vale dedicarse a la cirugía o a colocar ladrillos”. Le preguntaron qué opinaba del lector y contestó: “Estoy demasiado ocupado para preocuparme por el público. No tengo tiempo para pensar en quién me lee”. Valiosa entrevista.