Bolivia intensificará su campaña para llamar la atención del mundo en su demanda marítima ante Chile, con más actividades llamativas tras haber desplegado una bandera de casi doscientos kilómetros en defensa de esta causa, anunció hoy el presidente boliviano, Evo Morales.


El mandatario, en una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno en La Paz, subrayó que la campaña boliviana para conseguir un acceso soberano al océano Pacífico continuará "para llegar a todos los pueblos del mundo".


"Ningún presidente, ni ningún Gobierno" rechaza el reclamo de Bolivia, sentenció.


Las actividades que el Gobierno tiene previsto incluyen una vigilia en plazas de todo el país la madrugada del próximo 19 de marzo, en coincidencia con el inicio en La Haya (Países Bajos) de las audiencias orales de la demanda presentada por Bolivia ante Chile en la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas.


Además, se llenará de banderas el país y habrá una "marea azul", un gran desfile de estudiantes y las Fuerzas Armadas el día 20, indicó Morales.


El presidente llamó a los bolivianos a sumarse a una campaña en apoyo de su demanda el pasado 14 de febrero, fecha en que Bolivia recuerda lo que califica de "invasión" a su litoral en 1879.


El mandatario pidió entonces que la sociedad se movilizara para confeccionar una bandera de setenta kilómetros, con la que batir un récord mundial y llamar la atención del mundo sobre su causa.


Morales reveló que temió que el reto se lograra, pero reiteró su grata sorpresa cuando el pasado sábado Bolivia exhibió una bandera de 196,5 kilómetros de largo en una carretera del altiplano entre La Paz y Oruro (oeste), casi cuatro veces más que la marca de 50,4 lograda en 2002 en la India.


Morales dijo que ese logro fue útil para "persuadir" no solo "a algunos grupos de hermanos chilenos, sino a la comunidad internacional", sobre lo que considera que en derecho le corresponde a Bolivia para recuperar la salida al mar perdida hace 139 años.


Bolivia y Chile se encontrarán en La Haya para la fase de exposiciones orales del 19 al 28 de marzo, que representa una de las etapas más importante del juicio.

El gobernante boliviano recordó que el país está "en campaña" y por ello pidió a los sectores de oposición olvidar las "diferencias programáticas e ideológicas" mientras se desarrollen las audiencias.

Asimismo, recordó "que los fallos no solamente deben ser respetados sino aplicados", tras ser consultado sobre declaraciones de autoridades chilenas entorno a un aparente desacato a la sentencia si es favorable a Bolivia.

También insinuó que con el nuevo Gobierno chileno se podría "empezar a dialogar y avanzar" sin esperar al fallo de la corte.

Morales se dedicará estos días a revisar los argumentos que expondrá Bolivia y el jueves tiene previsto viajar a Europa, para reunirse el viernes con autoridades españolas y el fin de semana juntarse con miembros del equipo jurídico boliviano.

El presidente prevé asistir después a las dos primeras jornadas de alegatos en La Haya.

Bolivia presentó una demanda en 2013 para que la corte obligue a Chile a negociar, sobre la base de propuestas de diálogo que hicieron gobiernos chilenos en el pasado y que considera que generaron derechos a su favor.

El país perdió en la guerra del Pacífico de 1879 unos 400 kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.

Chile sostiene que los límites entre ambos países fueron definidos por un tratado en 1904 y no hay nada que negociar, además de que la corte no puede decidir la soberanía de su territorio.