Pasar varias horas al día encorvado frente a la pantalla de un smartphone podría tener consecuencias mucho más graves de las que se creía.

Una nueva condición médica denominada “cuello tecno” se vuelve cada vez más común entre los jóvenes adictos a sus teléfonos, a quienes se les llama la “generación de los jorobados”, según Infobae.

Entre sus consecuencias está la pérdida de la curva natural de la cerviz, la cual podría detonar un desequilibrio fisiológico con devastadores efectos sobre la parte superior del cuerpo.

Un síndrome que antes solía ser identificado en personas de mediana edad, en especial oficinistas y odontólogos, que deben inclinarse sobre sus pacientes para tratarlos, ahora está siendo diagnosticado en miembros de las generaciones más jóvenes (millennials), quienes en su mayoría crecieron con la tecnología.

“Tener una postura inclinada hacia adelante tiene un impacto directo y profundo sobre la respiración que afecta los niveles de ansiedad”, explicó Brian Wallace, quiropráctico de Nueva Yersey (EEUU).

Recomendó colocar el teléfono a la altura de la cara y no perder la postura erguida en ningún momento, pararse por unos minutos, practicar yoga y estirarse.