Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Niño de 2 años bloqueó un iPhone para los próximos 48 años

Niño de 2 años bloqueó un iPhone para los próximos 48 años

Muchos

padres prefieren que sus hijos se mantengan lejos de sus smartphones,

ya sea por miedo a que los niños causen daños en el terminal o por

cuestiones relacionadas con la educación. Otros muchos, por el

contrario, no dudan en permitir que utilicen de vez en cuando su

teléfono. Los juegos y los vídeos de YouTube hacen las delicias de los

pequeños, que suelen ser rápidos a la hora de dominar el funcionamiento

de los aparatos. Pero por hábil que sea un crío, el peligro de desastre

siempre están ahí.
Esta lección la ha aprendido por las bravas

una madre china, cuya historia nos cuenta el blog Fudzilla. Como tantos

otros progenitores, la mamá trató de entretener a su hijo dejando que

pasara un rato viendo vídeos en su iPhone. Pero la criatura, de tan solo

dos años de edad, comenzó a teclear en cuanto se vio a solas. No sólo

fue capaz de bloquear la pantalla, sino que introdujo una clave errónea

varias veces. En realidad, un montón de veces.

Como sabrás si

eres usuario de un teléfono de Apple, por cada contraseña equivocada se

incrementa el tiempo de espera para desbloquear el aparato. Imagina

cuántas veces tuvo que insistir el niño para que el reloj alcanzase más

de 25 millones de minutos, o lo que es lo mismo, alrededor de 48 años.

Sea cual sea el modelo de iPhone que tenga su madre, no es arriesgado

asegurar que estará desfasado en el momento en que por fin pueda

desbloquearlo.

La mujer puso el smartphone en manos de un

servicio técnico, pero su respuesta ha sido tajante: no hay manera de

romper el bloqueo sin borrar todos los datos de la memoria. Si quiere

volver a utilizarlo de inmediato, deberá remartphones, ya sea por miedo a que los niños causen daños en el terminal o por cuestiones relacionadas con la educación. Otros muchos, por el contrario, no dudan en permitir que utilicen de vez en cuando su teléfono. Los juegos y los vídeos de YouTube hacen las delicias de los pequeños, que suelen ser rápidos a la hora de dominar el funcionamiento de los aparatos. Pero por hábil que sea un crío, el peligro de desastre siempre están ahí.
Esta lección la ha aprendido por las bravas una madre china, cuya historia nos cuenta el blog Fudzilla. Como tantos otros progenitores, la mamá trató de entretener a su hijo dejando que pasara un rato viendo vídeos en su iPhone. Pero la criatura, de tan solo dos años de edad, comenzó a teclear en cuanto se vio a solas. No sólo fue capaz de bloquear la pantalla, sino que introdujo una clave errónea varias veces. En realidad, un montón de veces.

Como sabrás si eres usuario de un teléfono de Apple, por cada contraseña equivocada se incrementa el tiempo de espera para desbloquear el aparato. Imagina cuántas veces tuvo que insistir el niño para que el reloj alcanzase más de 25 millones de minutos, o lo que es lo mismo, alrededor de 48 años. Sea cual sea el modelo de iPhone que tenga su madre, no es arriesgado asegurar que estará desfasado en el momento en que por fin pueda desbloquearlo.

La mujer puso el smartphone en manos de un servicio técnico, pero su respuesta ha sido tajante: no hay manera de romper el bloqueo sin borrar todos los datos de la memoria. Si quiere volver a utilizarlo de inmediato, deberá renunciar a todas las fotografías, números de teléfono y documentos que haya guardado en él. Su única salvación sería haberse cubierto las espaldas con una copia de seguridad en la nube, pero nunca la hizo. Sólo tiene dos opciones: perderlo todo o esperar casi medio siglo.

Al menos, la madre intenta tomárselo con humor. “No sé si podré hablar dentro de 48 años. No puedo esperar tanto tiempo y explicar a mis nietos que fue culpa de su padre”, bromea. Lo peor es que los técnicos aseguran que no se trata del caso más extremo que han visto: por sus talleres ya han pasado iPhones bloqueados hasta por 80 años. Seguro que sus dueños se lo pensaron un par de veces antes de volver a prestárselos a sus hijos.