Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

DE FRENTE

¿Algo más?

¿Algo más?
Una buena parte de la población boliviana, especialmente en los centros urbanos, ha hecho sentir su voz de rechazo a la pretensión de postulación del presidente Evo Morales por cuarta vez consecutiva, dejando de lado la Constitución Política del Estado, instrumento por cuya aprobación (con sangre de por medio) y puesta en vigencia, se siente muy orgulloso el Gobierno. En parte con razón, porque no podemos negar que se trata de una Constitución que contiene un amplio reconocimiento de derechos; aunque, también hay que reconocer, contiene bodrios como la elección por voto popular de las más altas autoridades del Órgano Judicial de cuya incorporación hasta el oficialismo se arrepiente aun cuando las y los elegidos renunciaron al alto honor de Magistrados para convertirse en “masistrados”.

De manera contundente, pacífica y creativa se llevó a cabo el paro ciudadano del 21F, convocado por una infinidad de colectivos ciudadanos, expresando la diversidad real del pueblo boliviano, muy diferente a las concentraciones forzadas por el oficialismo con gente que, muy a pesar suyo, tuvo que asistir bajo conminatoria de quedar sin un puesto de trabajo y, consecuentemente, sin salario que garantice la subsistencia a su familia.

Frente a esta realidad y, no obstante que el Presidente trata de curar las heridas abiertas por las movilizaciones indicando que la suya fue un triunfo por goleada, la pregunta necesaria al partido gobernante es ¿algo más?, ¿necesitan mayores pruebas para convencerse que su tiempo llegó a su fin y que es momento de que se retiren con lo poco de prestigio y dignidad que aún les puede quedar? Total, ya se dieron el gusto de gastar a manos llenas un dinero que bien podía ser destinado a obras de beneficio general en lugar de construir museos para exhibir sus pilchas, palacios adefesiosos, comprar vehículos caros, instalar fábricas que no funcionan, contribuir a la contaminación del medioambiente con césped sintético y otras obras de necesidad y calidad cuestionables .

Es momento que el partido gobernante y, principalmente quienes forman parte del núcleo duro que rodea al Presidente, tomen conciencia de que, hasta ahora, la democracia es el sistema que mejores frutos y menor dolor le ha causado a la humanidad, que el acceso al poder de un dirigente sindical fue posible a que en el país se vivía bajo las reglas de la democracia, así sea esta imperfecta. Persistir en el proyecto de mantenerse en el poder a cualquier precio, además del descrédito político nacional e internacional, develará la sospecha sobre la existencia de intereses ocultos muy poderosos.