Las inundaciones, desbordes de ríos, granizos, tormentas eléctricas, derrumbes de caminos, entre otros, han ocasionado importantes pérdidas materiales y afectado a más de 50.000 personas en siete departamentos de nuestro país, y todavía se espera mayores consecuencias porque continúan las lluvias y la crecida de aguas que podría afectar a las poblaciones del oriente.

En ese sentido, el Gobierno declaró estado de emergencia en zonas afectadas por las lluvias y estiman que todos estos desastres tendrán un impacto importante en el crecimiento económico del país. Esto podría hacer que el PIB (Producto Interno Bruto) sea inferior al 4.5 por ciento que se tenía proyectado para esta gestión.

Ante esta situación, todos los bolivianos y en especial las autoridades, deberíamos preocuparnos por la magnitud de estos desastres y empezar a plantear soluciones y planes de contingencia. Sabemos que este es un problema global, pero debemos contribuir con nuestro granito de arena para evitar un mayor deterioro de nuestro medio ambiente. En efecto, las emisiones crecientes de CO2 son responsables del calentamiento global que equivale a detonar 400.000 bombas atómicas cada 24 horas los 365 días al año, que ocasiona que la temperatura del mar haya subido más de 5.5 grados Fahrenheit. Esto hace que los océanos liberen más vapor de agua a la atmósfera, haciendo que la humedad en el mundo se haya incrementado un 4 por ciento , y esta gran humedad es la que crea, a su vez, los llamados “ríos voladores” que canalizan todo ese vapor de agua adicional sobre la tierra creando condiciones atmosféricas tormentosas que finalmente desencadenan en aguaceros monumentales sin precedentes, provocando las inundaciones.

Es hora de mirar las innovaciones que se disponen ahora gracias a las aplicaciones y avances de la tecnología. El internet y las comunicaciones digitales son poderosos aliados para procesar enormes cantidades de datos, así como el internet de las cosas y la tecnología 3D, para prevenir desastres. Por ejemplo, la compañía Fujitsu, tiene una sofisticada solución para prevenir inundaciones a través de una tecnología matemática, permitiendo medir el riesgo, proporcionando datos de observación y simulando el desastre y mitigar sus consecuencias. La empresa Bull ofrece equipos de alta tecnología para realizar mejores pronósticos del tiempo y predicciones meteorológicas con mayor resolución, tanto en su alcance temporal como su precisión geográfica. Los geotextiles son materiales innovadores que permiten evitar la erosión de diques y otra infraestructura porque permiten que corra el agua.

Por otra parte, instituciones como Global Resilience Partnership promueven el surgimiento de proyectos innovadores para evitar inundaciones, de donde han surgido soluciones como caminos resistentes a las inundaciones, hogares anfibios y programas para usar la infraestructura natural. Las Naciones Unidas también reconocen a las mejores innovaciones climáticas en el mundo y que pueden ser replicados a escala global. Por ejemplo, una tarjeta de crédito verde que premia a los usuarios cuando compran productos ecológicos, usan transporte público, hacen transacciones sin papel y consumen menos electricidad; microseguros contra el riesgo climático basado en índices paramétricos para cubrir daños causados por las inundaciones; herramientas TIC para agricultores que permite recopilar, cotejar y analizar datos meteorológicos, con el fin de que el agricultor pueda ajustar sus prácticas agrícolas; entre otras.

Como reflexión final es oportuna la frase del papa Francisco que dice: “La sociedad debe presionar a los políticos a que hagan cambios, pero también invito a las personas al uso de transporte público, compartir viajes en auto, plantar árboles y apagar luces innecesarias”.