En el país se confecciona la bandera más grande del mundo, de 70 kilómetros, que busca no solo batir el récord mundial, sino también, y eso es lo más importante, la unidad del pueblo boliviano ante la proximidad del fallo que vaya a dar la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la demanda marítima interpuesta contra Chile.

Consideramos que en este crucial momento, la centenaria demanda marítima de Bolivia, de recuperar un acceso soberano al océano Pacífico, debe afianzarse como una política de Estado, dejando de lado los colores políticos, los intereses particulares y de grupo, y olvidando, al menos por esta vez, los réditos que suelen buscar con este tipo de actividades, tanto oficialistas como opositores. Esta reflexión va dirigida especialmente a quienes aprovechan cualquier hecho, positivo o negativo, para sacar una tajada.

Esta bandera, de reivindicación marítima, ondeará el 10 de marzo a lo largo de la carretera, de Sica Sica a Caracollo, entre los departamentos de La Paz y Oruro, según información publicada por la agencia EFE.

Con el apoyo de estudiantes, instituciones como la Policía y las Fuerzas Armadas, además de personas particulares, el jueves 14 de febrero se empezó a coser la bandera más grande del mundo en apoyo a la demanda marítima.

El comandante general de la Armada Boliviana, vicealmirante Flavio Gustavo Arce, expresó su emoción porque esta actividad, la confección de la bandera, “está despertando la conciencia marítima en la población boliviana”.

Bolivia presentó en 2013 en la Corte Internacional de Justicia una demanda para que obligue a Chile a negociar en firme un acceso soberano al Pacífico.

Y después de un largo proceso, que se extiende ya por cinco años, la CIJ fijó del 19 al 28 de marzo próximos los alegatos orales, considerados la etapa final de la demanda marítima.

Esta etapa final de la demanda coincide con el 23 de marzo que se recuerda en el país como el Día del Mar por la Defensa de Calama a cargo de un grupo de bolivianos que ofrendaron sus vidas en el puente del Topáter, entre ellos Eduardo Abaroa y Ladislao Cabrera.

La confección de esta bandera gigante irá acompañada con otras no menos importantes actividades como el embanderamiento de edificios públicos y viviendas particulares, además de vigilias en las plazas principales de los nueve departamentos del país por parte de las Fuerzas Armadas y organizaciones sociales y sindicales, según anunció el jueves el presidente Evo Morales.

Lo importante es que la confección de esta bandera comenzó con buen pie. El mismo jueves se informó de que estudiantes de la Unidad Educativa Héroes del Pacífico de La Paz entregaron los primeros 70 metros de la bandera. En Cochabamba, un vecino se comprometió a aportar con cinco kilómetros y algunas bandas del Carnaval de Oruro otros tres, según el presidente Morales.

Este viernes, la Policía Boliviana se sumó a esta iniciativa con una bandera de 50 metros

El Comandante de la Armada Boliviana invitó a todas las personas e instituciones a sumarse a esta causa patriótica con una bandera de 10 metros de largo y 3 de ancho para ir uniendo todas las partes hasta alcanzar el objetivo trazado.

Cada tramo es una tela de color azul mar sobre la que se imprimen la bandera nacional, roja, amarilla y verde, y la wiphala, la enseña multicolor de los pueblos indígenas de Bolivia, rodeadas por nueve estrellas doradas por cada región del país más una por el departamento Litoral que reclama a Chile, según la nota publicada por EFE.

Y así como se unen estos pedazos de tela para formar la bandera más grande del mundo, los bolivianos debiéramos unirnos también en torno a la reivindicación marítima que se inculca a los niños desde la escuela.