Antonio Rivera Mendoza, reconocido periodista y escritor, trae un nuevo libro a la luz titulado “Los sueños y sus cuentos” que será presentado hoy a las 19:00 horas en el café Lea Más, ubicado en la calle Santiváñez casi Ayacucho, frente al “santo costado de Domingo, lo cual podría ser incómodo para él lector porque el libro contiene ciertas menciones religiosas que no cabrían en un misal”, menciona el autor.

El libro es una compilación de 41 relatos oníricos que sufrieron diversas reformas necesarias para ser presentados en escrito. Dichos cuentos son fruto del “sueño y la imaginación en la vigilia”, indica el autor en un prólogo que invita a “sentir” los cuentos. Los textos contienen una belleza literaria justificada, pues “si no, habría sido imposible e injusto dedicárselo a quien está dedicado”, añade Rivera. Las piezas del libro han sido planteadas para mantener la magia y la fantasía que caracterizan a los sueños, pero, al mismo tiempo, son literariamente válidos.

Cada cuento es una historia diferente, un sueño, una tragedia y un viaje que dan al lector la opción de revivir (o de acompañar) el trayecto relatado. Dada la temática -poco usual para los libros de nuestro contexto- el autor indica que “es muy difícil trasladar un sueño a un relato y que siga siendo un sueño, todavía más, a un cuento”.

Antonio Rivera señala en el prólogo que “es sabido que a Borges le gustaban (los cuentos). Los contaba y hacía que se los contaran. Un biógrafo suyo llegó a afirmar, falsamente según otro biógrafo, que se había divorciado de su primera esposa porque ella no soñaba. Es lógico que le gustara soñar: Borges, ciego, era cuando sí podía ver”. Así, determina que hay sueños que pueden incitar a un relato, otros, que servirían de pie para un cuento. Los que están para olvidar, ya nacen olvidados.

El libro culmina con un cuento que relata el trayecto en un micro donde se encuentra, si se puede decir así, con los ojos de una niña que van recolectando y registrando el universo que se muestra a través de las ventanas y al mismo tiempo, registraban otro mayor que el infinito. Esos ojos, señala el texto, “registraban el universo físico y, a la vez, elaboraba con esta materia uno especulativo y más grande, por las asociaciones de las miles de ideas con que ya contaba”.

Este relato demuestra el proceso de recolección de paisajes que nuestra mente asimila, y cómo, en el inconsciente, se van descomponiendo para mostrarnos otros distintos. “Casi todos los estudiosos del sueño buscan explicaciones racionales tan evidentemente irracional”, concluye el escritor en el texto.

EL PRIMER CUENTO: “i”

Cuando llegamos y Mark Ruffalo abrió el portón desde el coche, vi que la pantera estaba dormida en el patio. Se apeó primero Mark y fue cuando la pantera le atacó y mató; se volvió entonces a mí. Con la primera dentellada desperté, justo para ver a través del portón que se abría, a la pantera que dormía plácidamente en el patio.