Bolivia obtuvo el puesto 106 de 113 en el Índice Mundial del Estado de Derecho 2017 -2018 difundido por la organización World Justica Project (WJP), es decir, dos puestos menos que el del 2016. El puntaje del último estudio da a Bolivia un total de 0.38 puntos, dos menos que el año pasado, los puntajes más bajos del país están relacionados con la corrupción.
Bolivia logra un puntaje de 0.38, dos puntos menos de los 0.40 obtenidos en 2016, y cae dos puestos en el Índice. Además, en el grupo de ingresos medio-bajos se encuentra en el puesto 27 de 30 y en el del índice regional en el penúltimo puesto, 29, sólo por encima de Venezuela, aunque tiene un menor puntaje que ésta en cuanto a corrupción.
El Índice da los mejores puntajes a Dinamarca (0.89), Noruega (0.89) y Finlandia (0.87) a nivel global y a Uruguay (0.71), Costa Rica (0.68) y Chile (0.67) a nivel latinoamericano. Mide 8 factores: las Restricciones a los Poderes del Gobierno, la Ausencia de Corrupción, un Gobierno Abierto, los Derechos Fundamentales, Orden y Seguridad, el Cumplimiento Normativo, la Justicia Civil y la Justicia Criminal.
En el caso boliviano, se obtiene los puntajes más altos en cuanto a Gobierno Abierto, resaltando la existencia de mecanismos de denuncias y de participación civil; los Derechos Fundamentales, con mayores puntajes en la libertad de religión, el derecho a la seguridad, los derechos laborales y los derechos de asociación; y en Orden y Seguridad donde sobresale la ausencia de conflicto civil, punto en el que está muy por encima del promedio regional y del grupo de ingresos.
Pero los problemas están relacionados con la corrupción. En el índice de Ausencia de la Corrupción obtiene un puntaje de 0.26, punto que toma en cuenta la corrupción tanto en las ramas ejecutiva, judicial, legislativa y policial/militar. Además, obtiene su puntaje más bajo en cuanto a la justicia criminal donde también los subíndices de Corrupción (0.18) y e Influencia Impropia del Gobierno (0.10) tienen los puntajes más bajos.