El vicepresidente Álvaro García Linera dijo que la población ya no pide obras pequeñas, sino que el lenguaje de las clases populares es la industrialización y la tecnología para encarar una nueva época en el proceso histórico.

Indicó que el desafío es convertir a Bolivia en un país industrial hasta el 2025 y se dará un gran salto con una inversión que subirá de 8.000 a 13.000 millones de dólares en los siguientes años, equivalente a un aumento del 62.5 por ciento . Esta meta requerirá de abundante conocimiento tecnológico para saltar de los servicios básicos a la actividad industrial. Exhortó a las universidades públicas y privadas a readecuar su plan de estudios y a los padres de familia incentivar a sus hijos a asumir el desafío de ingresar a la era tecnológica para no frustrar a los estudiantes.