Expresidentes, líderes opositores y regionales aplaudieron lo que calificaron como un “triunfo” del pueblo boliviano el hecho de que el Gobierno retroceda en su postura de respaldar el nuevo Código del Sistema Penal, a partir del anuncio presidencial sobre un pedido para abrogar esa norma, promulgada por Álvaro García Linera, como presidente en ejercicio, el pasado 15 de diciembre.

El expresidente Carlos Mesa aseguró que “el país movilizado, con espíritu democrático y protestas legítimas, logra un triunfo extraordinario al obligar al Presidente a pedir la abrogación del Código Penal”.

Para el líder de la opositora Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, también se trata de una “victoria” de la ciudadanía contra “régimen represivo y atropellador de la democracia”, y planteó el desafío de que se pueda continuar unidad para “hacer respetar el No del 21-F”.

El alcalde de Cochabamba, José María Leyes, en el mismo tono, escribió en su cuenta de Twitter que las declaraciones de Morales representan una “gran victoria del pueblo boliviano, la unidad y la valentía de todos los bolivianos y bolivianas. Muestran un nuevo horizonte. Pronto Bolivia tendrá días mejores”.