Al menos 18 hornos de fábricas artesanales de ladrillos contaminantes del aire están en proceso de demolición en la ciudad de Cochabamba, informó el viernes el director municipal de Asuntos Judiciales, Edwin Paredes.
"Hoy estamos demoliendo 18 hornos", dijo a los periodistas.
Explicó que esas estructuras fueron ubicadas en las zonas de Cerro Blanco y San Joaquín, cuya destrucción se encaró en consenso con sus propietarios.
Mencionó que algunos de los dueños de las fábricas de ladrillos artesanales aceptaron la ejecución de las demoliciones porque están en trámite para trasladar sus actividades al Parque Industrial de Santivañez.
"Vamos a hacer las gestiones, inclusive mediante el Consejo Metropolitano, para que se pueda gestionar recursos, financiamiento, para estos productores que voluntariamente se están yendo y podamos mediante el Gobierno darles condiciones de los créditos para que puedan generar su propia industria", agregó.
Recordó que 78 hornos de fábricas de ladrillos artesanales fueron destruidos desde 2016 en la ciudad de Cochabamba, pero manifestó que aún se debe demoler otros 52 que están en funcionamiento.
El funcionario dijo que los dueños y empleados de algunas estructuras, todavía en pie, se oponen a su derribo, por lo que se presentó demandas penales en su contra que derivaron en la imputación de 40 personas, por la comisión de los delitos contra la salud, el medio ambiente y explotación, además de transporte ilegal de minerales.
Por su parte, el dirigente de los ladrilleros, Félix Mayta, denunció que algunos de los afiliados a su sector aceptaron la demolición de sus hornos porque supuestamente recibieron la amenaza de que serán procesados por la vía penal y que se procederá al embargo de sus propiedades.