Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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CIUDAD SUSTENTABLE

Bolivia, país emergente

Bolivia, país emergente
Los indicadores macroeconómicos sitúan a Bolivia como un país emergente, con una estabilidad económico-social que se ha constituido en el último tiempo como referente en América Latina, no obstante que sus niveles de crecimiento requieren todavía de mayor fortalecimiento para alcanzar el objetivo de erradicar la extrema pobreza y mejorar las condiciones de habitabilidad. También es posible afirmar su condición mayormente urbana, cuya dinámica destaca aún la necesidad de trabajar con mayor intensidad en el futuro centrándose en la solución de problemas y cambios vinculados con el ordenamiento urbano y superar el actual modelo de ciudad dispersa. Sus actuales condiciones así lo permiten: baja población nacional, extenso territorio, alta producción del PBI, recursos naturales, cuya gobernanza debe direccionar sus esfuerzos hacia un modelo más sostenible para que los problemas no se vuelvan recurrentes e irreversibles.

Según el último censo (INE, 2012) el 67.49 por ciento de su población reside en áreas urbanas. Sus habitantes se asientan en 71 municipios urbanos mayores a 5 mil habitantes (3.47 por ciento de su población) y en 24 municipios urbanos mayores a 15 mil habitantes (9.70 por ciento ), y en 3 metrópolis con 21 ciudades que contribuyen con el 70 por ciento del PBI, y concentran al 65.10 por ciento de la población nacional, lo que convierte a sus principales ejes urbanos en centros políticos y socioeconómicos relevantes y significativos polos referenciales y de atracción para habitantes de zonas rurales por el desarrollo de actividad laboral, industrial, comercial y de servicios. Estos aspectos de migración progresiva de nuevos habitantes más el crecimiento natural de la propia urbe, determinan que las ciudades deben asumir nuevas actuaciones, cuyo enfoque absorba ese crecimiento en paralelo al desarrollo y capacidad de la infraestructura, equipamiento y servicios como parte de los objetivos del ordenamiento territorial. Sin embargo, las principales ciudades bolivianas presentan un proceso de planificación aún deficiente con modelos de ciudad expansiva, dispersa, marginal y periférica, que visibiliza cada vez con mayor precisión la fragmentación social y la segregación socioespacial, con exigencia de mayor movilidad urbana y medios de un transporte público que aún no ofertan una alternativa eficiente. Estos aspectos complejizan las ciudades al agrupar los problemas derivados del modelo disperso con los resultados eficientes de su condición de país emergente. Así, las ciudades demandan un gran desafío en cuanto a planificación y gestión, que evite la informalidad y los cambios de uso de suelo, que reduzca el metabolismo urbano y los impactos ambientales y que permita mayor integración y cohesión social entre sus habitantes.