Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:34

ESA LABOR LA REALIZA DESDE HACE 80 AÑOS

La Casa del Teatro de Buenos Aires refugia a artistas sin hogar

El lugar, que está bien ambientado, ofrece un espacio digno para que los que se retiraron sigan viviendo como las estrellas que fueron en su momento.
La Casa del Teatro de Buenos Aires refugia a artistas sin hogar



Hace 80 años que existe en Argentina un refugio para aquellos artistas que, tras llegar al final de su paso por los escenarios, carecen de recursos económicos para vivir por su cuenta. Es cuando acuden a la Casa del Teatro de Buenos Aires, que les da un hogar y una nueva oportunidad para brillar. Esta semana, la institución cumplió el octogésimo aniversario de su apertura en 1938, cuando la cantautora portuguesa Regina Pacini, esposa del expresidente Marcelo T. Alvear (1922-1928), decidió poner a disposición de los jubilados del espectáculo una residencia donde pudiesen seguir viviendo como estrellas.

Actualmente, 35 figuras de la escena argentina conviven en un edificio que no solo cuenta con medio centenar de habitaciones disponibles, sino con dos pequeñas salas de museos -el Regina Pacini y el Carlos Gardel-, una capilla, una boutique de trajes donados por grandes artistas y anónimos y la sala de teatro Regina.

En ella, vuelven a lucir bajo los focos virtuosas del tango argentino como la cantante Nelly Vázquez, que reside en la Casa desde hace seis años pero no olvida el tiempo en el que conquistó con su voz a grandes del género: Astor Piazzola, Aníbal Troilo y Osvaldo Pugliese fueron solo algunos de sus mentores. "Vieja pared del arrabal, tu sombra fue mi compañera. De mi niñez, sin esplendor, la amiga fue tu madreselva. Cuando temblando mi amor primero, con su esperanza, besa mi alma", arranca a cantar Vázquez el título "Madreselva", de su maestro Carlos Gardel, entre las exóticas paredes de la boutique de la Casa del Teatro.

Ya pasaron muchos años desde que Gardel, prodigiosa figura del tango argentino, muriera en un accidente de avión en la ciudad colombiana de Medellín, pero para Vázquez su recuerdo sigue vivo e invita a todo el que se acerca al edificio a admirar las fotografías y las pertenencias que reviven su historia en el museo.