Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:17

Lleva 47 años guardando regalo navideño de una ex que lo dejó y no lo abre

Año tras año, lo colocaba debajo del árbol de Navidad sin atreverse a conocer qué había dentro. Por fin, ha decidido cuándo abrirá el antiguo regalo.
Lleva 47 años guardando regalo navideño de una ex que lo dejó y no lo abre

Esta historia se inició en la década de 1970, cuando su protagonista, el canadiense Adrian Pearce, era un estudiante de 17 años. Cursaba el último grado en un instituto de secundaria en los alrededores de Toronto a la espera de las vacaciones navideñas cuando la primera novia con la que tuvo una relación seria, Vicky, rompió con él.


Aquel día, además de anunciarle la triste noticia, la chica le dio un regalo. Pearce volvió a casa triste y con rabia, lo colocó debajo del árbol de Navidad y anunció a su familia que no lo iba a abrir nunca.

Y cumplió su promesa. A día de hoy, sigue sin saber qué le regaló Vicky. Todavía no ha abierto la caja envuelta en papel azul que lleva guardando tantos años, sin atreverse a tirar el antiguo regalo del pasado a la basura, informa la radio canadiense CBC.

Después de su ruptura, Pearce y Vicky se vieron un par de veces más, pero ambos se dieron cuenta de que no estaban hechos el uno para el otro y luego perdieron el contacto. Pearce se casó y tuvo hijos, pero a lo largo de los años, incluso después de su boda, volvía a poner el regalo de su ex debajo del árbol de Navidad. Sin abrirlo nunca, pese a que sus hijos se lo pedían.

Al final, su esposa le dijo que aquel paquete ya no era bienvenido entre los demás regalos navideños. El ultimátum, sin embargo, no hizo que Pearce se olvidara del obsequio. Desde entonces, saca aquella caja azul a solas y, sin llegar a abrirla, la mira un rato para luego devolverla a su sitio.

Este año ha sido diferente. Pearce ha encontrado algunos números de teléfono antiguos y ha intentado restablecer el contacto con Vicky, pero no ha tenido éxito. Él mismo reconoce que no sabe por qué lleva tanto tiempo guardando aquel regalo.

"En un principio lo guardé porque supongo que tenía la esperanza de que volviésemos a estar juntos y lo abriésemos los dos. Ahora simplemente se ha convertido en una costumbre, tras 47 años de mirarlo y tener el placer de no abrirlo", comentó el canadiense.

Pearce asegura que su mujer no se lo toma mal y también le atrae el misterio del regalo no abierto. El hombre tiene pensado abrirlo cuando se cumplan 50 años desde el día que lo recibió.