Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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JAMUT’ARINA - REFLEXIONEMOS

Tiempos de resiliencia

Tiempos de resiliencia
Pachakunapi kallpachakuna ñawpaqman rinapaq. En estos 12 años del proceso de cambio, haciendo una evaluación desde la óptica campo-ciudad, podemos señalar que se avanzó mucho en materia de infraestructura, en la cobertura de servicios, en la redistribución, aunque no justa, de los recursos; en el reconocimiento y convivencia intra e intercultural. Quizás hay que hacer mucho más en el desarrollo humano para que este sea con justicia, equidad y complementariedad para el Vivir Bien.

Kay pachapi runakunaqa manchaykunawan thuruyachkanku, mana atipachikunkuchu, mat’iykunamanta lluqsinku, waqaykunata q’ipaman saqinku, pachapis asinanpaq kaq, runakuna kallpachasqa sumaq kawsayta yachasanku (En estos tiempos, la gente se está haciendo fuerte ante las adversidades. No se deja ganar, sale de las preocupaciones, deja atrás las tristezas, hay tiempo para sonreír, con la resiliencia está aprendiendo a vivir bien).

Pero, no es suficiente que las personas desarrollen su resiliencia. Si bien están aprendiendo a enfrentar las dificultades, es más importante que el Gobierno, gobierne escuchando al pueblo, observando las injusticias, logrando los consensos en vez de imponer acciones recurriendo a la coerción.

Kamachiqkunaqa llamk’ana wasi kunankumanta lluqsimunanku tiyan, runakunawan ch’aqwarinanku, muchuykunamanta yachananku tiyan, qullqi pisiwan kawsayta yachamanku, runa waqaqtin khuyakunanku tiyan (Las autoridades tienen que salir de sus oficinas, tienen que conversar con la gente, tienen que saber lo que es pobreza, tienen que aprender a vivir con poco dinero. Cuando llora la gente, deben tener compasión).

Hay resiliencia de los profesores para soportar un modelo educativo que hasta ahora no mejora la calidad educativa, tanta fortaleza para soportar la presión administrativa y académica de manera vertical y horizontal. Pese a tener una remuneración injusta, se dan modos para mantener un hogar, formar a sus hijos y enseñar a sonreír a la vida.

En la cultura quechua, los sabios hablaban de los hombres que tenían ñiq’i (se lee ñeq’e). Eran aquellos hombres fuertes, íntegros, dignos de respeto, valientes que no se dejaban vencer por nada ni por nadie. Quizás en estos tiempos de cambio requerimos de estos hombres con ñiq’i.

Kay pachapiqa runakunaqa ñiq’iyuq, kallpayuq ima kananku tiyan (En este tiempo las personas tienen que ser fuertes y decididas).