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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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CIUDAD SUSTENTABLE

¿Falta de capacidad o voluntad?

¿Falta de capacidad o voluntad?
Parece una pulseta de nunca acabar entre los constantes y reiterados reclamos de la ciudadanía por obras públicas de diferente magnitud, inconclusas o mal realizadas, y la insensibilidad municipal para reaccionar y cambiar de actitud en consecuencia. No debería haber motivos para reclamar por este tema, así sean los menos y puntuales casos de obras municipales “abandonadas”, mal trabajadas o pendientes de reparación. Lamentablemente, la opinión pública tiende también a fijarse más en lo “pequeño” negativo que en lo “grande” positivo. Además, se alude a una fundamental institución pública como lo es la municipalidad, cuya experiencia de trabajo es de toda la vida.

A la fecha, en diferentes lugares de nuestra ciudad recientemente se han realizado, se realizan y se prevé realizar diversos trabajos urbanos de diversa índole. En primera instancia: ¡Qué bien! No nos quejemos de que no haya obras o emprendimientos de progreso urbano. Sin embargo, no implica que estas se hagan como sea, con las viejas técnicas y mañas de antaño. Señores, las obras municipales deben ser “invisibles” y lo más “imperceptibles” posibles al malestar ciudadano. Algunos botones de muestra. Están las poco oportunas aperturas de desagües pluviales junto a las aceras en el centro urbano. Luego de asfaltarlas, se abren estas canalizaciones, dejando demasiados días los escombros sin recoger; también la ciclovía de la avenida Oquendo, que más perjudica que facilita; los trabajos inconclusos de la avenida Suecia, que en recientes días provocaron un bloqueo de los vecinos reclamando la finalización de obras empezadas hace un par de años; los cambios de red de alcantarillado en inmediaciones del Parque Mariscal Santa Cruz, cuyos escombros tienen varias semanas sin recogerse; y así sucesivamente otras tantas obras y en otros lugares que no corresponde enumerar. Y para corolario de esta faceta, está el “puente caído” en la intersección de las avenidas Independencia y 6 de Agosto, que data desde el 22 de octubre del 2015. Su irresolución desprestigia a propios y extraños, a los anteriores y a los actuales responsables, y sobre todo a los habitantes de esta ciudad que se resignan a seguir sufriendo las consecuencias.

La esperanza son las nuevas generaciones de profesionales, técnicos y autoridades que deben mostrar mejor voluntad política y capacidad técnica al servicio de la Llajta.