La población boliviana asistió a las urnas con responsabilidad en una jornada sin mayores contratiempos, pero cargada de susceptibilidades de los votantes que marcaron con "irónicos" mensajes las papeletas y hasta hicieron origamis con ellas.

Los videos y fotos fueron constantemente difundidos por los ciudadanos quienes principalmente mostraron su rechazo a los candidatos de las elecciones judiciales.

Desde muy temprano, las personas hicieron esfuerzos por llegar hasta el centro de su votación.

Alrededor de las mesas había ciudadanos que prestaban bolígrafos señalando que los que estaba utilizando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tenían tinta que se borra. La presidenta del TSE, Katia Uriona, aceptó que los votantes asistan con sus propios marcadores. Pero los ciudadanos llevaron desde marcadores hasta pegamento y stiker para dar cabida a su creatividad al momento de emitir su voto.

La molestia de los votantes también se expresó cuando los ministros de Gobierno y de Defensa, Carlos Romero y Reymi Ferreira, respectivamente, pedían preferencia, pero fueron abucheados y tuvieron que hacer fila para cumplir con su voto.

El diputado Wilson Santamaría, jefe de bancada de diputados de la opositora Unidad Demócrata (UD), asistió a su recinto con una polera con la palabra Nulo en su espalda.

Un periodista, una abogada y un imprentero fueron aprehendidos vendiendo permisos de circulación del Tribunal Electoral.