Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

COLECTIVO TELARTES

La cultura a la deriva

La cultura a la deriva
Como ha sido característico en las últimas gestiones, todo nuevo responsable de la Secretaría municipal de Cultura ha recibido la visita de Telartes, en el espíritu de contribuir con su aporte (propio y de las instituciones, artistas, investigadores y gestores que lo conforman) a una conducción democrática e institucionalizada de la entidad estatal. La reacción de las nuevas titulares ha transitado de la amabilidad del primer encuentro, a la sospecha, en un segundo momento.

Después del sorpresivo alejamiento de Ninoska Lazarte y la posesión —también sorpresiva— de Roxana Neri y su anuncio de llevar adelante una cumbre de cultura, Telartes le hizo llegar una propuesta temática y metodológica (que fue publicada), con la salvedad de no denominarla como “cumbre”, sino como “foro”. El documento fue recibido sin mucho entusiasmo, con la constancia de que el mismo era un “aporte entre varios” (¿cuáles?).

Tiempo después, el foro se llevó a cabo con el contenido (recortado), pero sin la metodología propuesta. En todo caso, la presencia en el evento de artistas, gestores, investigadores, dirigentes vecinales, instituciones y personalidades demostró el interés, compromiso y fuerza del sector. Los resultados expuestos por cada mesa demostraron también que hace mucho que se cuenta con un diagnóstico y que se tienen claras las líneas sobre las que hay que intervenir… El asunto era cómo.

Han pasado cuatro meses del foro y los resultados que nos devuelve la Secretaría no son sino un mal resumen de un rico debate. Ninguna sistematización, ningún rastro de elaboración y —menos aún— pistas del cómo. Todo dejado en manos de una “comisión a ser conformada” bajo “alguna forma de representación”, donde el bosquejo de sus funciones y atribuciones desconcierta más que orientar: ¿Control y fiscalización?, ¿planificación?, ¿elaboración de políticas?, ¿aprobación de proyectos?, ¿construcción de un Plan Municipal de culturas?

Es más, el resumen deja de lado temas que fueron parte del debate y que en sí mismo son parte de las soluciones al problema de la gestión cultural municipal, como ser: la institucionalidad de la Casa de la Cultura (su desconcentración administrativa) o las instancias de participación de la sociedad civil (el Consejo Ciudadano de Cultura, que está normado en la O.M. 3900).

Finalmente, preocupa que, aun coincidiendo con el equipo técnico de la Secretaría sobre la identificación y nominación de las líneas de acción, la exposición de los resultados nos deje la duda de si estamos hablando de lo mismo cuando se trata de llenar de contenidos dicho listado.