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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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¿Sin acciones contra el mercurio en peces?

¿Sin acciones contra el mercurio en peces?
A inicios de este siglo, un estudio de Laurence Maurice-Bourgoin encontró mercurio —con niveles de toxicidad que estaban por encima de los considerados tolerables por la Organización Mundial de la Salud (OMS)— en el cabello de indígenas ese eja que vivían en la ribera del río Beni, entre San Buenaventura (La Paz) y Rurrenabaque (Beni).

En las últimas tres décadas, otros estudios ratificaron esa contaminación no solo en miembros de esa nación indígena, sino también en campesinos que viven en la zona. Se atribuye el problema al uso de mercurio en la explotación de oro que se realiza en poblaciones de los Yungas de La Paz, lo cual afecta a los ríos Beni y Madre de Dios, principalmente.

El último estudio en las poblaciones indígenas (por lo menos publicado en internet) es de 2007. Esto tendría que preocupar y ocupar a las autoridades, porque el uso de este metal pesado se incrementó considerablemente en la última década por el auge del precio del oro, según el dato oficial, de dos toneladas (2010) a cerca de 40 (2015).

En 2014, el CEDIB identificó entre 600 y 800 balsas de mineros explotando oro en el río Madre de Dios. Cada balsero usaba entre 500 a 1.000 gramos de mercurio al día. En 2015, el Servicio de Registro de Minerales y Metales de Bolivia reportó que las cooperativas de Tipuani, Guanay, Coroico, La Asunta y Acaupata produjeron 224 kilogramos de oro. Esto significa que usaron 448 kilos de mercurio. El investigador Agustín Cárdenas afirma que para obtener un kilo de oro los mineros usan dos de mercurio.

La producción de oro es responsable del 47 por ciento de las emisiones de mercurio, según el libro “Mercurio en Bolivia: Línea Base de Usos, Emisiones y Contaminación”. Un estudio de Laurence Maurice señala que solo el 20 por ciento del mercurio usado es recuperado. El 30 por ciento es desechado en las orillas de los ríos y el 50 por ciento emitido a la atmósfera durante el proceso de amalgamación del oro.

Las cifras anteriores muestran la urgencia de realizar nuevos análisis en las poblaciones que están expuestas al mercurio, los indígenas y los campesinos de Beni y Pando que viven en las riberas de los ríos Beni y Madre de Dios. Y también en otros ríos de la Amazonía boliviana.

En 2016, un estudio del biólogo Danny Rejas halló que las concentraciones de mercurio en peces —en 10 ríos de la Amazonía boliviana— son frecuentemente superiores a los niveles máximos recomendadas por la OMS. Las especies piscívoras (se alimentan solo de peces) —como el bentón (Hoplias malabaricus), el surubí (Pseudoplatystoma) y la piraña roja (Pygocentrus nattereri)— son las que concentran mayores cantidades de mercurio.

15 años atrás, el estudio de la investigadora Laurence Maurice-Bourgoin encontró que el 78 por ciento de las especies piscívoras —como el dorado (Brachyplarystomaflavicans), pintado (Pseudoplarysroma fasciatum), bagre pintado (Leiarius mannoratus) y bagre común (Paulicea Lutkini)— presentaban mercurio por encima del límite recomendado por la OMS.

No se conocen acciones del Ministerio de Salud, como campañas de información a la población en relación a cuánto y qué pescados consumir. En Perú, en la población Madre de Dios se prohibió el consumo de pescado por su alta contaminación con mercurio.

Esperemos que las autoridades informen que están haciendo al respecto, tanto en materia de salud como en el control de la minería ilegal del oro.