MIS CIRCUNSTANCIAS
Para muestra un botón
15 de noviembre de 2017 (20:44 h.)
La denuncia del martes en OPINIÓN, sobre la apropiación de un terreno que dicen involucra a jueces, fiscales y abogados, sacó a colación un caso familiar.
Nuestros abuelos Emiliano y Teresa poseían un terreno de más de 1.000 metros por el río Khora y el camino antiguo a Cochabamba, en el municipio de Vinto, que fueron transferidos antes de 1960 a sus hijas mujeres Antonia, Emilia y María, que en total tuvieron 12 hijos.
Medio siglo después, la burda corruptela campante los hizo resucitar, para hacerles firmar poderes, minutas y otros documentos, como cédulas de identidad, certificados de defunción, declaratoria de heredera única y sabe Dios qué más, con el fin de apropiarse de esa superficie que, confiábamos, estaba mejor destinada para beneficio social, como un parque o la sede de la OTB.
Toda la documentación fraguada y aceptada por autoridades (¿competentes?) fue usada para enjuiciar a dirigentes vecinales que, con recursos propios, ya habían construido su sede social en obra gruesa, hasta que aparecieron los tarajchis, que nunca faltan.
El promotor principal de esta usurpación desvergonzada, a dos enviones, es un exconcejal del partido gobernante, prevalido de su influencia política de la que se ufana para cometer tropelías.
En el primer envión, mandó a falsificar un poder amplio en favor de su pareja, otorgado supuestamente en 2010 por mis abuelos, fallecidos décadas antes, haciendo figurar cédulas de identidad falsas, con firmas y todo —cuando la abuela rubricaba con su huella digital—, para apoderarse de otro terreno aledaño de 400 metros.
En el segundo envión, encontró a una de las hijas de las herederas originales, que se hizo declarar heredera única, volviendo a resucitar a los abuelos, adulterando certificados de defunción, dizque emitidos por un médico, muerto siete años antes de firmar.
Con todos los documentos falsificados, estos inescrupulosos enjuiciaron por despojo a los directivos de la OTB Nuestra Señora del Rosario, logrando una increíble sentencia a su favor.
Los hermanos oficializamos ante notario nuestra cesión de acciones y derechos en favor de la OTB Khora Sud, intentando enmendar una injusticia, conscientes de que es uno de los tantos casos que se tramitan en esferas judiciales, con resultados espantosos.
Nuestros abuelos Emiliano y Teresa poseían un terreno de más de 1.000 metros por el río Khora y el camino antiguo a Cochabamba, en el municipio de Vinto, que fueron transferidos antes de 1960 a sus hijas mujeres Antonia, Emilia y María, que en total tuvieron 12 hijos.
Medio siglo después, la burda corruptela campante los hizo resucitar, para hacerles firmar poderes, minutas y otros documentos, como cédulas de identidad, certificados de defunción, declaratoria de heredera única y sabe Dios qué más, con el fin de apropiarse de esa superficie que, confiábamos, estaba mejor destinada para beneficio social, como un parque o la sede de la OTB.
Toda la documentación fraguada y aceptada por autoridades (¿competentes?) fue usada para enjuiciar a dirigentes vecinales que, con recursos propios, ya habían construido su sede social en obra gruesa, hasta que aparecieron los tarajchis, que nunca faltan.
El promotor principal de esta usurpación desvergonzada, a dos enviones, es un exconcejal del partido gobernante, prevalido de su influencia política de la que se ufana para cometer tropelías.
En el primer envión, mandó a falsificar un poder amplio en favor de su pareja, otorgado supuestamente en 2010 por mis abuelos, fallecidos décadas antes, haciendo figurar cédulas de identidad falsas, con firmas y todo —cuando la abuela rubricaba con su huella digital—, para apoderarse de otro terreno aledaño de 400 metros.
En el segundo envión, encontró a una de las hijas de las herederas originales, que se hizo declarar heredera única, volviendo a resucitar a los abuelos, adulterando certificados de defunción, dizque emitidos por un médico, muerto siete años antes de firmar.
Con todos los documentos falsificados, estos inescrupulosos enjuiciaron por despojo a los directivos de la OTB Nuestra Señora del Rosario, logrando una increíble sentencia a su favor.
Los hermanos oficializamos ante notario nuestra cesión de acciones y derechos en favor de la OTB Khora Sud, intentando enmendar una injusticia, conscientes de que es uno de los tantos casos que se tramitan en esferas judiciales, con resultados espantosos.