Un niño de 10 años sufrió una brutal golpiza en su casa de Cliza, en el Valle Alto de Cochabamba. Su padre lo azotó sin piedad en todo el cuerpo para “castigarlo” por haber tomado 20 bolivianos de la caja de su vehículo, sin permiso. El hombre fue aprehendido por efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y presentado ayer ante un juzgado cautelar que ordenó su detención preventiva en la cárcel de San Sebastián.

El hecho ocurrió el 7 de noviembre. La abuela del niño le avisó a su hijo que el pequeño había tomado 20 bolivianos de su carro y se los había gastado en la escuela. El hombre de 44 años, que trabaja como chofer de transporte público, reaccionó con extrema violencia. Primero golpeó a puñetes y patadas al niño, mientras él le suplicaba que lo perdonara y le prometía que nunca más alzaría dinero ajeno.

Sin embargo, la ira del conductor solo fue creciendo. Tomó un kinsa charaña (chicote de cuero de tres puntas trenzadas) y flageló a su hijo hasta dejarle todo el pecho, la espalda, las piernas, brazos y la mitad del rostro marcados por equimosis y hematomas.

Como el niño no dejaba de gritar por el dolor, el hombre lo encerró en un cuarto bajo llave. Los vecinos irrumpieron en el lugar y hallaron al pequeño cubierto con una frazada, temblando de miedo y sin poder ponerse en pie. Atraparon al agresor. Un médico forense le otorgó 15 días de impedimento al niño.