Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 11:42

MIS CIRCUNSTANCIAS

Final de un ciclo con altibajos

Final de un ciclo con altibajos
Abruptamente concluyó el ciclo de Roberto Mosquera como entrenador de Wilstermann, a causa de un error inaudito, alinear cinco extranjeros en el partido con Bolívar, quitándole al club local gran parte de su aspiración al primer lugar.

Fue presentado el martes 3 de enero de este año, y el martes 7 de noviembre se marchó, declarando que solo recibirá el sueldo, sin otra exigencia por rescisión de contrato. Ojalá cumpla y no cambie de idea al cruzar la frontera.

Un palmarés interesante, como jugador y técnico, concitó la expectativa, cuando el directorio lo contrató para reemplazar a Zamora. De 1995 a la fecha, dirigió 19 equipos, 11 de ellos por una temporada y ocho por dos, subrayando que en su anterior equipo, Alianza Lima, también estuvo solo meses.

Fue un ciclo con altibajos. La primera parte una campaña fue desastrosa en el torneo liguero, pero obtuvo buenos resultados de local en la Copa Libertadores de América, jugando con un esquema defensivo, apilando volantes y casi siempre con un solo delantero.

En el torneo Clausura, Wilstermann comenzó como el gran favorito para el título, por el fútbol desplegado en los torneos simultáneos, hasta la hecatombe de la goleada ante River, en el Monumental.

Como solía decir Dante Panzeri, el fútbol es la dinámica de lo imprevisto, pero, más allá de resultados, se supone el conocimiento obligado de reglas y convocatorias por parte de los protagonistas, es decir cuerpo técnico, dirigentes y jugadores.

Desde la polémica goleada, pocos confiaban en Mosquera. La contravención a la regla de extranjeros en cancha rebalsó límites. La gente futbolera no asimila que sea por distraído o tonto, máxime si hasta las tribunas le advertían del craso error. Entonces, no cabe la ingenua y porfiada defensa de Vargas, en otra inoportuna conferencia de prensa.

Habrá sido un gran jugador o buen entrenador, pero su sueño de infalibilidad en la lectura del fútbol y reticencia a la crítica le perjudicará en su carrera, en un deporte que muchos conocen, sienten y lo entienden a su manera, porque no es como una ciencia exacta.

Otro más que se va, después de abollar el coche, sin consecuencias, por la connivencia con un presidente que rozó la gloria efímera y parece haber perdido contacto con la realidad. Es urgente que recupere la humildad.