Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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OJO DE  VIDRIO

El INE

La pasada semana, el ministro de Economía, Mario Guillén, informó que este año no habrá doble aguinaldo porque el crecimiento del país no llegó al 4.5 por ciento. Con ello, desbarató críticas desaprensivas de algunos niguas que sospecharon el cambio de Ministro y de Director del Instituto Nacional de Estadística para preparar el terreno y falsear las cifras oficiales. Pero esto no ocurrió y el nuevo director del INE, el economista Santiago Farjat Bascón, aseguró que su institución se moderniza con la digitalización de la cartografía para los censos y la aplicación de tecnologías de la información para procesar datos y difundirlos a la sociedad. Farjat agregó que hay todavía un largo camino y en él se encuentra la Encuesta de Hogares 2017, que significa un salto tecnológico para dar mayor confianza a las estadísticas.

Este servidor da la materia de Filosofía Política en la carrera de Ciencia Política, y en ella insiste en el papel que debe jugar un filósofo, ya sea como candidato o como consejero. Para empezar, podrá engañar al resto, en especial si se llena de salidas que desea aunque los datos no lo confirmen, pero jamás podrá engañarse a sí mismo ni menos a los políticos y ciudadanos que aconseja. En esta tarea, no hay base más objetiva que las estadísticas oficiales. Uno puede criticarlas y darlas por falsas, pero lo hará en las redes sociales, sin conocimiento técnico de lo que dice. Hoy el debate político debe buscar estadísticas oficiales, sobre todo públicas, para conocer el estado de la salud, la nutrición, la educación, el analfabetismo, la superación de la extrema pobreza y otros datos precisos, pero no irá por buen rumbo quien arguya que las estadísticas son falsas, ya no diremos del INE, sino de organismos internacionales como la OPS/OMS, el Banco Mundial o la ONU. En el debate político, hay buena fe cuando se toman en serio estos datos, y mala fe cuando uno los pone en duda para favorecer su criterio. Tiene razón Farjat cuando dice que no solemos practicar un desarrollo analítico robusto y responsable de la información, y más bien nos conformamos con un análisis simple que muchas veces nos lleva a dar conclusiones antojadizas.

Hay medios tan mal dirigidos, que bastaría registrar sus titulares de apertura para saber que son heraldos negros prestos a vaticinar el inminente derrumbe de nuestra economía. Según ellos, nada anda bien en el país y, cuando se registra una noticia positiva, la ignoran.

Santiago Farjat ha hecho posgrado en Europa, es un economista joven y dice que va a procurar mejorar la calidad, la oportunidad y la pertinencia del dato. El INE es una institución técnica y, como tal, debe difundir datos sin influencia política.