El encanto de Shirley Temple revive en una exposición de muñecas
El encanto de la actriz estadounidense Shirley
Temple, quien siendo apenas una niña conquistó al mundo con sus rizos rubios y
su rostro angelical, revivió en Bolivia en una exposición de muñecas que
también rescata el "glamour" de la moda impuesta en los años 30 y 40
por "La mimada del mundo".
Una veintena de muñecas de esa actriz conforma
la muestra "Shirley Temple, estrella del cine infantil", inaugurada
el viernes en La Paz en homenaje a la niña prodigio de Hollywood, explicó a Efe
la directora del Museo "Elsa Paredes de Salazar", Roxana Salazar.
"Queremos rescatar la imagen de la niña
con ese carisma que tenía ella, tan elegante, tan encantadora, que conquistó al
mundo de Hollywood en su época", señaló Salazar, hija de la fundadora del
museo, la boliviana Elsa Paredes de Salazar.
Roxana Salazar resaltó el surgimiento de la
actriz infantil en plena gran depresión en Estados Unidos, en una época marcada
por el desempleo, el cierre de empresas y el racismo.
"Shirley, en sus películas, lanzaba
mensajes con valores que no habían y se convirtió en un entretenimiento
familiar muy cotizado. Toda la gente estaba detrás de ella e iba a ver sus
películas", manifestó la directora del museo.
La exposición también está dedicada a su
madre, esa investigadora y gran coleccionista de muñecas fallecida hace cinco
años y que en 2009 abrió ese espacio cultural en La Paz para compartir con
personas de todas las edades las piezas atesoradas durante 80 años.
Cada año, el museo realiza muestras temporales
con distintas temáticas, incluida una de juguetes antiguos entre los que se
expuso una muñeca de Shirley Temple, aunque, según Salazar, entonces no se
llegó a lucir en medio de las otras piezas.
Tiempo después les llegó la oferta de un
coleccionista argentino para adquirir un lote de muñecas de la actriz y el
museo hizo un esfuerzo para poder adquirirlas.
Ese grupo de muñecas se sumó a una Shirley
Temple que la directora del museo recibió de su madre cuando tenía diez años.
Con todos estos antecedentes, se fue gestando la idea de hacer una exposición
dedicada exclusivamente a la actriz infantil.
Para la muestra, las muñecas llegadas de
Argentina fueron puestas a punto por el restaurador del museo, Salvador Quispe,
cuyo trabajo no se centró sólo en las piezas, sino también en la vestimenta.
"Lo que hemos querido en esta exposición
es lucir los vestidos que Shirley Temple usaba en sus películas (...) Son 20
muñecas que estamos exponiendo, de diferentes tamaños. La mayoría son muñecas
originales de la fábrica Ideal Toy Company, de EEUU, que fue la que las fabricó
en los años 30 y 40", explicó Salazar.
Dos de las veinte piezas fueron prestadas por
amigos de Salazar para la exposición. La mayoría está hecha de pasta de
composición y tres de porcelana, "que son más modernas" pero también
representan a Temple.
El recorrido empieza en la planta baja del
museo, donde están expuestas seis muñecas, incluida una con un vestido blanco
con puntos y un broche con la fotografía de la Shirley Temple original con la
frase: "The world´s darling" ("La mimada del mundo").
En el segundo nivel están las demás piezas,
que lucen trajes como el amarillo con azul y boina del mismo color que evocan
al atuendo de Temple en "Our little girl"; el conjunto de marinera de
"Captain January" o el emblemático vestido con motas rojas que llevó
en "Stand up and cheer", el filme que catapultó su carrera en 1934.
Algunos de los vestidos y zapatos que llevan
las muñecas son los originales de fábrica, otros son réplicas y otros, en los
que el paso de los años es notorio, fueron incluidos en la muestra como parte
de los adornos que la complementan.
Una vitrina está dedicada a una colección de
muñecas y vestidos de papel de Temple, que incluye también pequeños muebles del
mismo material y paisajes de fondo.
La exposición se inauguró con un desfile de
modas en el que la diseñadora boliviana Micaela Candia Scholz presentó una
colección de doce vestidos para niñas de dos a seis años, que evocan la moda
que impuso Temple.
"Hay vestidos, abrigos, blusones y capas. Es una
colección colorida, divertida y está inspirada en las prendas de vestir que
usaba la artista en las películas y en su vida cotidiana", dijo Candia a
Efe.
Los trajes fueron lucidos por pequeñas modelos
que volverán a subir a la pasarela el próximo martes en un té de beneficencia
organizado por las damas diplomáticas de la American British International
Asociation (ABIA).
El desfile se repetirá el jueves en la Cinemateca Boliviana,
cuando también se proyectará el filme "Pobre niña rica" dentro de las
actividades que complementan a la exposición, que permanecerá abierta hasta el
próximo 10 de diciembre.