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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Ideologización y Profocom

Ideologización y Profocom
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Sí, es una de las frases más conocidas de Marx, su onceava tesis sobre Feuerbach. Seguro que las federaciones de maestros, muy influidas por corrientes de extrema izquierda y el Gobierno, autodenominado “socialista”, la tienen presente.

En el ámbito pedagógico esta frase es la síntesis de la postura sociocrítica de la educación, que sostiene que no es suficiente conocer cómo funciona el mundo, sino que se debe llegar a saber por qué funciona así, qué efectos tiene sobre la sociedad y cómo se lo puede transformar. En este contexto, el maestro no es solo un repetidor y mero transmisor de contenidos, es un intelectual que es capaz de interpretar lo que sucede en el mundo y de actuar para mejorarlo.

Uno de los objetivos del Profocom (Programa de Formación Complementaria) fue justamente coadyuvar en la formación crítica de los maestros. Estos deberían ser sujetos históricos del cambio político del país, según el ideario del programa. ¿Se habrá alcanzado este objetivo?

Desde la gestión 2013 me he entrevistado con muchísimos maestros y maestras de distintos lugares del país. No he realizado un estudio etnográfico, ni cuento con instrumentos de recolección de información, simplemente he conversado con ellos. Todos me han dicho que se han aburrido en el Profocom y que una de las causas ha sido el alto nivel ideológico de las sesiones presenciales. En ellas no se podía disentir acerca de los pronunciamientos ideológicos de los facilitadores y el nivel del discurso rayaba con el adoctrinamiento.

No podemos hablar de la generación del cambio político, ni podemos sugerir que el docente es sujeto histórico del proceso de cambio del país, si no le permitimos pensar libremente.

Este país, como todo el mundo, debe ser un país de libre pensantes, no solo porque estemos en oposición a ciertas posturas ideológicas del partido de Gobierno, sino porque la naturaleza del ser humano es pensar y porque pensar de manera diferente nos ha hecho crecer como humanidad. Si bien ningún sistema educativo está exento de una carga ideológica, pretender dogmatizar la educación es un error y una práctica solo de sistemas absolutistas y violentos.

Un docente crítico es capaz de interpretar el sentido que tiene un currículo escolar, por lo tanto puede sugerir cambios, realizar adecuaciones, investigar y profundizar sobre nuevos contenidos. Todo esto, no se podía hacer en el Profocom, ni se puede realizar tampoco ahora en las escuelas. Los contenidos ya están establecidos y no se puede cambiar ni una coma.

En el Profocom no se podía criticar el modelo educativo sociocomunitario productivo, se presuponía su perfección, a pesar de que no se adecuara a determinados contextos y otras metodologías respondieran mejor a algunos objetivos de aprendizaje. Tanto los contenidos curriculares como las metodologías deberían estar sujetos al cambio.

Aunque las posturas políticas socialistas de las federaciones de maestros y del actual Gobierno proclamen la onceava tesis de Marx, el Profocom con su alto contenido ideológico ha pretendido alienar (enajenar) las conciencias de los maestros, quienes muy lúcidamente no se han dejado.