JAMUT’ARINA - REFLEXIONEMOS
No hablen por nosotros
18 de octubre de 2017 (20:11 h.)
Ñuqaykurayku ama parlaychikchu. Entre los ciudadanos oficialistas y opositores existen algunos que no están ni en uno, ni en otro bando, quizás es la población mayoritaria que trabaja esforzadamente en un sistema económico social comunitaria productivo, en el que las oportunidades están en función de la militancia política, al padrinazgo y a la influencia familiar.
¿Imarayku? kamachiqkuna, mana kamachiqkuna ima ñuqaykuq sutiykupi siminkuta junt´akunku paykunawan kachkayku ñispa. Ñuqaykuta muchuyta, llaqk´aqta ima saqiwayku. Ama ñuqaykuq sutiykupi parlaychikchu, imaraykuchuk allin kanaykupaq mana nimata ruwankichikchu. (¿Por qué? las autoridades y las no autoridades, en nuestro nombre, se llenan la boca diciendo que estamos con ellos. Déjennos sufrir y trabajar, no hablen en nombre de nosotros, porque nada hicieron por nuestro bienestar).
Unos cuantos ciudadanos, que dicen representar a los movimientos sociales, levantan al pueblo para decir que son la mayoría, entre tanto, otros, que dicen tener la representación popular, hablan también en nombre del pueblo. Ambos sectores están tan equivocados, creen que su partido político, su agrupación ciudadana y su sindicato es el pueblo.
En el paradigma del "sumaq kawsay" (vivir bien) y en la trilogía quechua existe otro principio, el "ama puraq uya" (no seas doble cara). A este principio deberían afiliarse los impostores del pueblo.
Ñuqaykuman aqllakuy apakuqtin k´askamunku, llullakuyman, ch´awkayaywan ima yanapachikuwayku, kamachiq lluqsiytawantaq ni qhawayllapis kanchu. (Cuando existen elecciones se acercan a nosotros, con mentiras y engaños logran que les ayudemos, cuando salen autoridades ni nos miran).
No hablen por nosotros, porque ni los gobernadores ni los alcaldes nunca consultaron para disponer de los recursos económicos como si fueran de ellos. Nadie les dijo que los cargos en el sector público sea solo para los militantes y adulones. Nadie les autorizó que las mochilas escolares sean con los colores de su tienda política. Nosotros los elegimos para que trabajen para todos, y en ningún momento votamos para que solo favorezcan a sus militantes y simpatizantes.
Si gobernaran para nosotros, no tendríamos la Justicia que sentencia injusticias, la Policía que reparte soberbia, no hubiera el ejemplo de odiar a oficialistas y opositores, no designarían autoridades de salud y educación en las federaciones únicas (...).
¿Imarayku? kamachiqkuna, mana kamachiqkuna ima ñuqaykuq sutiykupi siminkuta junt´akunku paykunawan kachkayku ñispa. Ñuqaykuta muchuyta, llaqk´aqta ima saqiwayku. Ama ñuqaykuq sutiykupi parlaychikchu, imaraykuchuk allin kanaykupaq mana nimata ruwankichikchu. (¿Por qué? las autoridades y las no autoridades, en nuestro nombre, se llenan la boca diciendo que estamos con ellos. Déjennos sufrir y trabajar, no hablen en nombre de nosotros, porque nada hicieron por nuestro bienestar).
Unos cuantos ciudadanos, que dicen representar a los movimientos sociales, levantan al pueblo para decir que son la mayoría, entre tanto, otros, que dicen tener la representación popular, hablan también en nombre del pueblo. Ambos sectores están tan equivocados, creen que su partido político, su agrupación ciudadana y su sindicato es el pueblo.
En el paradigma del "sumaq kawsay" (vivir bien) y en la trilogía quechua existe otro principio, el "ama puraq uya" (no seas doble cara). A este principio deberían afiliarse los impostores del pueblo.
Ñuqaykuman aqllakuy apakuqtin k´askamunku, llullakuyman, ch´awkayaywan ima yanapachikuwayku, kamachiq lluqsiytawantaq ni qhawayllapis kanchu. (Cuando existen elecciones se acercan a nosotros, con mentiras y engaños logran que les ayudemos, cuando salen autoridades ni nos miran).
No hablen por nosotros, porque ni los gobernadores ni los alcaldes nunca consultaron para disponer de los recursos económicos como si fueran de ellos. Nadie les dijo que los cargos en el sector público sea solo para los militantes y adulones. Nadie les autorizó que las mochilas escolares sean con los colores de su tienda política. Nosotros los elegimos para que trabajen para todos, y en ningún momento votamos para que solo favorezcan a sus militantes y simpatizantes.
Si gobernaran para nosotros, no tendríamos la Justicia que sentencia injusticias, la Policía que reparte soberbia, no hubiera el ejemplo de odiar a oficialistas y opositores, no designarían autoridades de salud y educación en las federaciones únicas (...).