Hace más de cinco meses, varias postulantes denunciaron que fueron estafadas por policías que les cobraron montos altos para ingresar a la Academia Nacional de Policías (Anapol) y no cumplieron. Pese al tiempo transcurrido, hasta ayer la Fiscalía no ha imputado a ninguno de los sospechosos debido a que las investigaciones “están paralizadas y son obstaculizadas por el Comando General de la Policía”.

El abogado de las víctimas de estafa, Boris Espinoza, denunció ayer que las pesquisas en este caso no avanzan, y no es por falta de voluntad de la Fiscalía, sino porque “el Comando de la Policía Boliviana obstaculiza y encubre las investigaciones en el caso de estafas a postulantes a la Academia Nacional de Policías”.

Espinoza denunció que el fiscal asignado a estas investigaciones ha conminado al Comando de la Policía a entregar los datos e informes requeridos para esclarecer el caso. Y pese a que el Ministerio Público le recordó al Comando que tiene la obligación legal de extender esos informes, la Policía simplemente ha ignorado las conminatorias.

“Esto significa que hay encubrimiento a estos estafadores, están tratando de camuflarlos o apuntan a que el proceso se extinga”, señaló Espinoza. Según el abogado, los jefes policiales no solo no han colaborado con los requerimientos, sino que han instruido no dar información ni documentación alguna sobre este caso. Por ejemplo, pidieron los documentos con los que ingresó a la Anapol el subteniente de la Policía, Germán Fernando E.V., hijo de la principal acusada de estafa, Kuscaya V.R., encarcelada por este caso en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, pero no se los han entregado. El abogado cree que los documentos usados por este oficial son falsos y los jefes impiden que se verifique esto.

Por las denuncias son investigados los policías Pablo V. Ch., Gustavo S.V., el mayor Freddy V. y el general Gary O.

Irregular

Los abogados se quejan de que las denuncias contra policías no pros-peran porque jefes instruyen que no se dé la información requerida.