Ya están en la capital chilena. Llegaron ayer, luego de la concentración previa en el aeropuerto cruceño de Viru Viru. Se trata de los 50 deportistas bolivianos que buscarán la posibilidad de acceder a los respectivos podios de los Juegos Suramericanos de la Juventud Santiago 2017.

Son los mejores atletas que tiene el país, entre los 14 y 17 años. Algunos de los cochabambinos que intentarán la hazaña en suelo trasandino son Mateo Granda (esgrima), Nicole Nogales, María Fernanda Canedo, Carlos Chacón (beach voley), Paola Cortez, Nicolás Doria Medina y France Antezana (tenis).

El Comité Olímpico Boliviano (COB) celebró la participación de la delegación nacional en el evento y resaltó que ello es factible debido a la alianza entre dicha entidad, el Ministerio de Deportes y el programa Equipo Bolivia.

Los deportistas no estarán solos. Contarán con la guía de 15 entrenadores de disciplinas como boxeo, canotaje, esgrima, gimnasia artística, taekwondo, lucha amateur, voley de playa, judo, tenis, baloncesto, triatlón, karate, natación y atletismo.

A modo de ejemplo, cabe mencionar que el experimentado profesor Policarpio Calizaya, hermano mayor de la fondista Sonia Calizaya, acompaña al grupo en la travesía internacional.

Herlin Sejas instruirá a los pugilistas Juan Pablo Guillén, Elio Anglarin y Hassan Ávila, mientras que Mauricio Solis, capitán habitual del conjunto masculino en la Copa Davis, se encargará de guiar a los tenistas.

El cochabambino Sandro Patiño, por su lado, estará muy pendiente de la presentación de los basquetbolistas. Actuará junto a Giovanni Vargas, DT del conjunto potosino Calero.

Los Juegos comenzarán el viernes y se extenderán hasta el 8 de octubre en 21 disciplinas, tales como el remo, levantamiento de pesas, golf, karate, ciclismo, bádminton y clavados, entre otras.

Una jornada después de la inauguración, los deportistas que saltarán a escena (el 30 de este mes) son los bañistas, los boxeadores, los pedalistas, esgrimistas, judocas, remeros, tenistas y triatletas.

Uno de los objetivos de este tipo de encuentros es que los valores humanos en proyección acumulen roce fuera del país.