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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Desastres naturales, el promotor más invisible de la migración en América

Desastres naturales, el promotor más invisible de la migración en América

Los desastres naturales y los efectos del cambio climático son las causas más invisibles de la migración forzosa e irregular que se da en América, indicó hoy un especialista en la materia en el marco de un foro regional.


El experto en derechos humanos y estudios migratorios de la Universidad de Berna (Suiza) Walter Kaelin indicó en entrevista con Efe que las erupciones volcánicas, terremotos, huracanes y maremotos también provocan que las personas crucen las fronteras.

El objetivo de estos migrantes es sobrevivir a los desastres naturales o buscar mejores oportunidades en otras partes debido a la destrucción que queda.

"Los desastres naturales son algo que no podemos prever, por eso tenemos que apoyar más este tipo de migración. El huracán Irma, en el Caribe, es un buen ejemplo de cómo los efectos adversos del cambio climático tienen un efecto en la movilidad. Ellos necesitan ayuda, protección y la posibilidad de reconstruir sus vidas", afirmó Kaelin.

El experto se encuentra en Costa Rica en el marco del Foro de Alto Nivel sobre los Flujos de Migrantes en situación migratoria irregular en las Américas, que finaliza hoy y en el cual participan autoridades de los 33 países que forman parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Usualmente cuando se habla de migración forzada e irregular las autoridades tratan de combatir algunas causas como los conflictos armados, la violencia, la pobreza, la falta de oportunidades y la inestabilidad política, sin embargo, muy poco se dice sobre los desastres naturales y el cambio climático.

"El desafío está en armonizar los enfoques pero también trabajar por medio de la cooperación, porque cuando se trata de un desastre natural hay un aspecto humanitario que atender. No es una obligación internacional pero es una manera de generosidad hacia los demás y esta es una región donde hemos visto muchas de estas respuestas", dijo Kaelin.

Datos del "Informe regional de flujos de migrantes en situación migratoria irregular" de la OEA, indican que entre 2001 y 2015 las solicitudes de asilo en las Américas han registrado un "aumento notable" en Brasil, Costa Rica, México, Panamá y Argentina, con índices de 45 solicitudes por cada millón de habitantes en 2015.

Una parte importante de la migración de haitianos a Suramérica, particularmente a Brasil, se estableció a raíz del sismo de Haití en 2010 y sucesivas catástrofes naturales.

En el caso de los asiáticos, las situaciones de irregularidad se concentran principalmente en los nepaleses, probablemente como consecuencia de los terremotos de marzo y abril de 2015, agrega el informe.

Muchos de ellos recibieron permisos migratorios de estancia por razones humanitarias. Esto porque la condición de refugiado no se reconoce para personas desplazadas por desastres naturales, sino que se trata a este grupo en particular como solicitante de residencia con carácter humanitario (visado humanitario).

"Si tenemos un desastre y las personas son admitidas, la idea es que esa protección sea temporal, pero lo que vemos es que muy frecuentemente estas personas no regresan porque no pueden, porque las condiciones en su país de origen no son las mejores. Esto requiere de mucha cooperación ente los Estados para buscar soluciones y no solamente dar asistencia humanitaria sino que puedan regresar e integrarse a la comunidad", explicó Kaelin.

Según los expertos, es posible que el cambio climático exacerbe los desastres repentinos y latentes así como la degradación ambiental paulatina.

"Es importante que disminuyamos los gases de efecto invernadero y que mitiguemos. Debemos implementar el Acuerdo de París, porque así los problemas serán menores en el futuro (...). Si lo valoramos las personas que mueren en un huracán son las más pobres, las que tienen una pésima infraestructura en su vivienda", manifestó Kaelin.

Para Kaelin, esa exposición y vulnerabilidad debe trabajarse desde una planificación integral en la que se involucren los sectores de salud, educación, vivienda, economía y gestión de emergencias ante desastres tanto a nivel internacional como local.

El experto indicó que este tipo de actividades permite trabajar más de cerca con los Estados para armonizar buenas prácticas y avanzar en el desarrollo de mecanismos de cooperación y colaboración para abordar este fenómeno de forma ordenada y segura.