LA PAZ Vania Lanchipa Ramírez, hija del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, presentó ayer su renuncia al cargo de Radicadora de la Sala Cuarta del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), luego de conocerse que trabajaba en la misma sala del magistrado Gonzalo Hurtado, vinculado a Pedro Montenegro, implicado en narcotráfico.

La abogada envió una carta al presidente del TCP, Petronilo Flores, haciendo conocer que su renuncia es "por razones de orden estrictamente académico", según la carta a la que accedió Correo del Sur.

Vania Lanchipa estuvo en el ojo de la tormenta debido a su "error" en la declaración de su patrimonio y sus supuestos vínculos con el magistrado Gonzalo Hurtado, citado en el caso del narcotraficante Pedro Montenegro.

Vania declaró que tenía más de 4 millones de bolivianos de patrimonio, según su declaración jurada en la Contraloría General del Estado.

El fiscal General del Estado, Juan Lanchipa, aclaró después que su hija no tiene en sus cuentas bancarias 4 millones de bolivianos, de lo que se trataba era del valor de un inmueble familiar que fue adquirido en 1994 y está a nombre de sus tres descendientes, y que a la fecha está valorado en 4.176.545 bolivianos.

"Por error, mi hija Vania declaró el monto total de la casa ubicada en la ciudad de La Paz, cuando debía declarar un tercio (1.392.182 bolivianos), y el resto corresponde a mis otras dos hijas", aseguró Lanchipa.

Tras esa aclaración, la Contraloría corrigió la declaración jurada, según Erbol.